La estafa de Renesa

Se confirmó el remate de la Refinería del Neuquén SA (Renesa), en el Parque Industrial de Plaza Huincul. Final previsible luego del proceso de quiebra, promovido por acreedores por centenares de millones de pesos.

Se confirmó que está programado el remate de las instalaciones de Refinería del Neuquen S.A (Renesa), ubicadas en el Parque Industrial de Plaza Huincul. Final previsible luego del proceso de quiebra, promovido por los principales acreedores por centenares de millones de pesos.

Como previsible es que no aparezcan interesados que compitan por quedarse con una montaña de hierros y chapas, que ya venían oxidadas y degradadas, cuando fueron instaladas. Ese aspecto exterior del material, pudo haber sido una advertencia del futuro desarrollo de lo que se presentó como un salto a la tan anhelada industrialización en origen del petróleo.

Pero los funcionarios actuantes, desde 2008 (en los tres niveles de gobierno) prefirieron sumarse a las propuestas fantásticas de Miguel Schvartzbaum, uno de los tantos aventureros devenidos en empresarios que aterrizan en Neuquén y la Patagonia, a traer inversiones, fuentes de trabajo, futuro, según proclaman para hacerse fuertes y respetables en un escenario que ruega por reactivaciones, antes, ahora y más tarde.

¿ Ingenuidad, intereses compartidos..?. Uno sospecha, tiene certezas, pero no la suficiente fuerza para neutralizar la presencia y acción de estos depredadores de los dineros públicos y esperanzas de los pueblos.

“Miguel” no descendió de un OVNI en Neuquén; ya venía con antecedentes en el norte del país. Sin embargo se lo dejó hacer, hasta para quedarse con un campo petrolero y gasífero, sin poner plata ni antes ni después de la adjudicación, y venderlo luego en una millonada de dólares. Una maniobra de “pasamanos”, aprobada sin reservas por quien debía controlar.

Renesa se remata por gestión de la Fiscalía de Estado del Neuquen. Una acción formal, porque dudo que habrá un mínimo recupero de los cuantiosos fondos que aportó el IADEP, el ENIM (fondos municipales de Cutral Có y Plaza Huincul) y el estado nacional a través del entonces Ministerio de Planificación. Se consumará una de las estafas más grandes de la historia de mi querida provincia del Neuquen.

Escribo con dolor y bronca, porque también fui un damnificado de las maniobras de “Miguel”, como se lo llamaba en los ámbitos políticos y empresariales. En esos tiempos tuve participación en una micro empresa que administraba dos camioncitos afectados al transporte de crudo, hasta la refinería. Siempre nos manejaron las tarifas y los plazos de pago, pero eran estrictos en el control de nuestras obligaciones. Eramos varios los contratistas, todos paisanos locales y alguno de Río Negro.

Todos caímos en la volteada. Cuando Renesa armó su propia empresa de transporte, prescindieron de nosotros de a poco, y nos dejaron una deuda grande, que para muchos fue terminal. Nunca vimos un peso. Lo mas alentador que ofrecieron, fue que nos constituyéramos como acreedores en un concurso que se tramitaba en un juzgado de Buenos Aires, para cobrar, cuando hubiera remate y si sobraba algo del pago en el que tenían prioridad otros acreedores privilegiados.

Los pequeños estafados de Renesa no tuvimos ni tenemos prensa ni posibilidades de resarcimiento. Nuestros dramas se vivieron en silencio. La mayoría con sus camioncitos parados, y oxidándose como los hierros de la planta que debía ser modelo en la Patagonia y muchos de los afectados –como el caso de quien fue mi socia- sufriendo en su cuerpo y alma el azote de la estafa.

Mientras tanto “Miguel”, y quienes fueron sus apoyaturas políticas, seguirán sus vidas fastuosas y atentos a encontrar otras oportunidades que siempre ofrece un estado generoso. Un ejemplo más en nuestra Argentina, o en Neuquén, de empresarios ricos, empresas fundidas, trabajadores y contratistas en las calles y secos…

Ricardo Villar

DNI 8.377.070

Neuquén