Piden restricción perimetral para Fabián Tablado, el femicida que hoy será liberado
En 1996 asesinó a su novia, Carolina Aló de 113 puñaladas. Fue condenado a 24 años de prisión pero logró distintos beneficios y se le redujo la pena.
El padre de Carolina Aló, la adolescente asesinada de 113 puñaladas en 1996 por su novio Fabián Tablado, solicitó que la Justicia imponga una medida de restricción perimetral para que el femicida de su hija, quien hoy recuperará la libertad, no pueda acercarse a su grupo familiar, informaron fuentes judiciales.
Los argumentos
Edgardo Aló formuló la petición formal en un escrito presentado este mediodía ante el fiscal de Ejecución Penal de San Isidro, Rodrigo Caro, y también ante el juez del mismo fuero, Alejandro David.
“La salida del condenado pone en alerta no solo a aquellos que somos víctimas, sino al conjunto de la sociedad, ello al ignorarse si se encuentra en condiciones psíquicas de poder manejarse como miembro de la comunidad”, señala el padre de la víctima en el escrito al que tuvo acceso Télam.
“Es de entender que potencialmente el grupo familiar de la víctima Carolina Aló es visto para el sujeto a liberar como el enemigo, y hasta el momento ninguna autoridad judicial ha tomado la precaución respecto a este potencial acontecer, medidas como el impedimento de acercamiento al domicilio de mi grupo familiar como al de los allegados de la familia”, agrega Aló.
En el escrito, también pide que se le impida a Tablado “todo tipo acercamiento por redes sociales, y/o aplicaciones de comunicación como Whatsapp y otros, y hasta la de la prohibición de mencionar a la víctima» y dijo que «no hay que olvidarse que su libertad será nota periodística de diarios y canales de televisión de Argentina y el mundo”.
La liberación
Fuentes judiciales confirmaron a Télam que la liberación se dará alrededor de las 12 -horario habitual para este tipo de trámites-, desde la Unidad 21 del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) de Campana, donde está recluido en el pabellón 5 de evangelistas.
La madre de Tablado, María Esther Gallardo, confirmó que hoy irá a buscarlo al penal porque pese a que sabe que su hijo “se arruinó la vida”, no lo abandonó nunca.
La mujer no quiso confirmar si a partir de mañana su hijo volverá a vivir con ella y su marido en Albarellos 348 de Tigre, la misma casa donde hace 24 años cometió el crimen de las 113 puñaladas, por lo que aún es una incógnita cuál será la residencia del femicida.
Como ya tendrá cumplida la pena, Tablado no tiene obligación de informarle ni a la Justicia de San Isidro ni al Servicio Penitenciario Bonaerense, cuál va a ser su domicilio.
La condena
Tablado, quien tenía 20 años cuando fue preso y ahora tiene 44, pasó más de la mitad de su vida tras las rejas, ya que recuperará mañana su libertad luego de pasar 23 años, nueve meses y un día encarcelado.
Por el crimen de Carolina Aló fue condenado en 1998 a 24 años de prisión, pero en 2013 se le sumó una condena a dos años y medio de prisión por “coacción” tras amenazar de muerte Roxana Villarejos, la docente con la que en 2007 se casó estando preso y con quien tuvo hijas mellizas.
Si bien se le unificó la condena en 26 años y seis meses de prisión que debía agotarse en 2022, los beneficios de la ya derogada “Ley del 2×1” y los cursos que hizo en prisión como «estímulo educativo», hicieron que la pena del femicida se dé por concluida mañana.
Ayer se conocieron los resultados de una pericia psiquiátrica que determinó que Tablado presenta sus facultades mentales “normales”, pero también recomendó que por el momento no ejerza la “responsabilidad parental” sobre sus hijas mellizas de 11 años.
El crimen
El crimen de Carolina Aló, uno de los casos más resonantes de la historia criminal argentina, ocurrió el 27 de mayo de 1996 en la casa de la familia Tablado, en Albarellos 348 de Tigre.
Hasta allí la pareja fue a la salida del colegio nocturno que cursaban, tuvieron relaciones sexuales y comenzó una discusión por celos que culminó en el homicidio.
Tablado, por entonces de 20 años, persiguió a Carolina por varios ambientes de la casa -escaleras, cocina y garaje- y la mató de 113 puñaladas aplicadas con cuatro armas blancas halladas en la escena: una cuchilla de cocina, dos cuchillos de mesa Tramontina y un formón de carpintería.
El homicida escapó, le confesó lo sucedido a un amigo y se fue a esconder debajo del puente de la calle Tedín, en Tigre, a unas 20 cuadras del lugar del crimen, donde unas horas más tarde la policía lo detuvo.
En el juicio, querella y fiscalía lo acusaron por homicidio agravado por alevosía para lograr una perpetua y la defensa pretendía que se lo declare «inimputable», pero finalmente, en un fallo dividido, la Sala III de la Cámara Penal de San Isidro condenó a Tablado a 24 años por homicidio simple.
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