Con 10 hombres, River le ganó 2-0 a Central Córdoba y es más líder que nunca
Con la victoria ante los santiagueños, sigue siendo líder en soledad de la Superliga. Ignacio Scocco, con un golazo, certificó el triunfo millonario que desde los 13' jugó con uno menos por la expulsión de Paulo Díaz. Borré había adelantado a los de Gallardo a los 45'. Mirá los goles.
Hay un elemento que excede errores y virtudes en un equipo bajo un escenario desfavorable como es jugar desde los 13 minutos con un hombre de menos: la actitud. La inferioridad numérica no le quitó carácter a este River para poder pasar por arriba a Central Córdoba.
El imparable equipo de Marcelo Gallardo venció 2-0 a los santiagueños y sigue siendo el solitario líder de la Superliga, a la que sólo le faltan cinco jornadas para el final. Los atributos de River no se vieron alterados a pesar de jugar con 10 hombres casi todo el partido. La determinación del puntero del torneo disimuló la expulsión de Paulo Díaz, quien vio la roja por un golpe sin pelota a Gervasio Núñez.
Hasta ahí a River le había costado meterse en partido porque Central Córdoba le peleaba el balón en cada sector de la cancha. Ya con 10, el Millo empezó a apostar a la contra con una gran despliegue de sus delanteros, Matías Suárez y Rafael Santos Borré. Así le avisaba a su rival que restar elementos de su defensa, podría serle fatal.
Central Córdoba comenzó a replegarse y River progresivamente se hizo dominador absoluto del juego. A los 30’ Pitana obvió un penal de Salomón a Suárez, quien en la jugada siguiente se lo perdió ante el Ruso Rodríguez, arquero de Central Córdoba.
Antes del final de la primera etapa, Nicolás De la Cruz le robó el balón en la mitad de la cancha a Núñez y habilitó a Suárez. El delantero desbordó y buscó a su socio Borré que entraba por el segundo palo. El colombiano no falló y River se iba al vestuario con un premio más que merecido.
La resurrección de Central Córdoba no fue una cuestión de tiempo. Por el contrario fue su sufrimiento. El equipo de Gustavo Coleoni, si bien tuvo un arrebato de recuperación en los primeros 10 minutos del complemento, en ningún momento supo cómo hacer valer el hombre de más.
La concepción de un equipo que sabe cómo adaptarse a cualquier circunstancia, le fue suficiente a River para controlar el partido. A pesar de la ventaja mínima, los tres puntos ya parecían cosa juzgada para el Millo, quien estuvo en toda la etapa más cerca del segundo que su rival del empate.
Matías Suárez, la figura de la cancha, ensayó una emboquillada que pegó en el travesaño y poco después reventó el palo con un disparo a quemarropa. El segundo grito del Millo se demoraba y fue Nacho Scocco (había ingresado por Borré), quien le puso el moño a la tarde con un golazo para enmarcar.
River dio otra muestra de su poderío y cada vez está más cerca de concretar el único título que le falta al brillante ciclo de Gallardo: ser campeón de la Superliga.
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