En el Castro Rendón se realizó otra cirugía de alta complejidad
Se le extirpó un tumor maligno de la pelvis a una mujer de 50 años. Participaron profesionales de la Fundación Favaloro y del hospital Austral.
En diciembre se realizó en el hospital Castro Rendón de Neuquén, la primera extirpación de un tumor maligno en la pelvis de una mujer de 50 años. Por tratarse de una cirugía de alta complejidad, el equipo médico neuquino realizó la intervención con profesionales de la Fundación Favaloro y del hospital Austral.
La mujer continúa internada y evoluciona de manera esperada. La posibilidad de realizar la intervención en la ciudad evitó el traslado de la paciente, favoreció el acompañamiento de la familia y se transformó en una oportunidad única de capacitación para los médicos del Castro Rendón.
«La paciente tenía un condrosarcoma de pelvis, que es un tumor maligno. Había que hacer una cirugía para extraerlo y una reconstrucción después de la intervención. En un principio se había pensado la derivación a Buenos Aires, por su alta complejidad, pero luego se decidió que era mejor realizar la intervención aquí», explicó Pablo Maletti, miembro del servicio de Ortopedia y Traumatología del Castro Rendón.
El dato
- 12
- horas duró la cirugía realizada en el hospital neuqino. La mujer se encuentra internada pero evoluciona favorablemente.
De la cirugía participaron los doctores Walter Parizzia y Marcos Galli Serra, prestigiosos especialistas en Oncología Traumatología de la Fundación Favarolo y del hospital Austral, que estuvieron acompañados por integrantes del equipo de Ortopedia y Traumatología del hospital neuquino.
«Este tipo de cirugías en general se derivan porque son muy complejas, requieren de todo un equipo de trabajo y son específicas. Pero la mayoría de las cirugías tumorales las hacemos en nuestro hospital», agregó Maletti.
Según explicaron los profesionales médicos, el condrosarcoma es un tipo de tumor maligno poco común que comienza en las células del cartílago y se propaga al tejido óseo circundante. Comienza con más frecuencia en los huesos de las extremidades y la pelvis, específicamente en la cadera o el fémur.
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