Petroleros Privados insiste con parar Vaca Muerta por los despidos
El secretario general del gremio, Guillermo Pereyra, aseguró que frenarán todas las actividades si hay despidos en la formación. Lo confirmó ayer en la segunda asamblea informativa con los afiliados. Mañana se reúnen con Nación.
Ayer se realizó la segunda asamblea informativa por los despidos en Vaca Muerta. Fue en Rincón de los Sauces. (Foto: Gentileza)
Las amenazas de medidas de fuerza del poderoso sindicato de Petroleros Privados nunca son subestimadas. Bastó con que el secretario General del gremio, Guillermo Pereyra, anunciará las asambleas móviles y un posible paro total de actividades para levantar la atención de las autoridades de Nación. Por ahora, las empresas no dan señales.
Sin siquiera haber realizado la primera asamblea, el propio Pereyra confirmó que el gremio fue convocado por el equipo de Trabajo y Producción de Nación para intentar destrabar el conflicto y mañana se reunirán con los ministros Matías Kulfas y Claudio Moroni, en Buenos Aires.
La convocatoria no calmó las aguas y el sindicato no solo comenzó con las asambleas en la Cuenca Neuquina, sino también sigue en marcha la megaasamblea que está pactada para el próximo 23 de enero en Neuquén y promete reunir cerca de 20.000 trabajadores de la industria.
Lo que sí dejó en claro el gremialista es que no se trata de una medida de fuerza contra el gobierno nacional: “Los hemos acompañado en las elecciones y lo vamos a seguir haciendo”.
El martes el gremio arrancó con las asambleas informativas en Catriel, donde reunieron a operarios de las locaciones de la zona, y ayer fue el turno de Rincón de los Sauces, otra zona petrolera con historia en Neuquén.
“Nosotros vamos por todos, por los compañeros, por las Pymes, por Neuquén, vamos a defender lo nuestro y no vamos a permitir que nos hagan desaparecer a compañeros trabajadores para dar paso a la intención de YPF de implementar el modelo viejo donde ellos contralaban todo”, aseguró Pereyra en Rincón.
No es un paro contra el gobierno, llevan un mes. Es un tema de las empresas y de su voracidad de querer todo”.
Marcelo Rucci es el secretario Administrativo de Petroleros Privados.
Hay que remontarse al 2012 para recordar el último paro con afectación a producción. Fue durante la presidencia de Cristina Fernández Kirchner, en ese momento, Petroleros Privados lideró una masiva asamblea en el centro neuquino, similar a la que está pactada para finales de enero.
“Si se activan los despidos, va a haber un gran conflicto que va a costar mucho solucionarlo, vamos a salir todos a la calle y vamos a paralizar las tareas por todo el tiempo que sea necesario”, advirtió Pereyra.
Las compañías que operan en Vaca Muerta esperan gestos de Nación que, a poco más de un mes de la nueva administración, cosecharon más negras que blancas: aumento en las retenciones, un freno al aumento de los combustibles y frases contradictorias de los principales referentes del Frente de Todos.
Lo cierto es que la gestión de Alberto Fernández heredó una Vaca Muerta en recesión con 1847 despidos y suspensiones en puerta, un nivel de actividad en caída e inestable y solo 29 equipos de perforación activos, el mismo número que se registró en la crisis del 2017.
“Hemos accedido a una conciliación voluntaria para dar los tiempos, pero cada vez vemos que hay menos interés y esto calienta mucho los ánimos, no solamente de nosotros, sino de los compañeros”, aseguró el secretario administrativo del gremio, Marcelo Rucci.
A menos de dos semanas para que caduque el período de conciliación, que acordaron voluntariamente las cámaras de servicio y los gremios petroleros de Neuquén, el escenario para Vaca Muerta es oscuro. Un presente que no es ajeno a las proyecciones que se realizaban en noviembre del año pasado que, a pesar de ser una situación anticipada, las partes demostraron dificultades para sortear.
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