El puerto de SAO cierra la peor temporada frutícola de su historia

Las exportaciones regionales del sistema frutícola del Valle de Río Negro y Neuquén (fresco e industrializado) que partieron por el puerto de San Antonio Oeste (SAO) durante el 2019 totalizaron las 175.771 toneladas.

La cifra es la más baja de la historia del puerto. Los números reflejan a las claras la crisis por la que está atravesando la actividad y nada indica que este sea el piso que encontraron los embarques de fruta por esta salida marítima.

Según datos suministrados por la terminal portuaria Patagonia Norte los embarques de frutas frescas alcanzaron durante todo el año pasado las 152.654 toneladas mientras que las de jugos concentrados llegaron a las 23.117 toneladas.

Los volúmenes son realmente bajos. Referenciándonos con las estadísticas de la temporada 2005 podemos tener una noción de lo que señalamos. Durante ese año los embarques de frutas y, en mucho menor proporción hortalizas, alcanzaron las 550.113 toneladas. Es decir, tres veces y media más de los embarques que mueve el puerto de San Antonio.

Esta misma tendencia se observa en los concentrados de fruta. En 2005 las exportaciones de jugos alcanzaron las 90.000 toneladas contra las poco más de 23.000 que se consolidaron durante la temporada del año pasado.

Con estos volúmenes de exportación el negocio del puerto comienza a tambalear. La escala no es la adecuada ya con este tipo de estructura los costos fijos quitan la poca competitividad que pueda tener el sector. “La situación es muy compleja, pero creemos que estamos tocando el piso de la crisis”, confió uno de los directores de la terminal ante una consulta de Río Negro.

Las erradas políticas económicas aplicadas en las últimas décadas junto a la negligencia de parte del empresariado regional profundizó la crisis del sistema.

¿A que se debe este desplome en las exportaciones de San Antonio?
En primer lugar, hay que tener en cuenta los problemas estructurales que está sufriendo la producción del Valle de Río Negro y Neuquén, y los inconvenientes que esto genera para lograr los volúmenes y calidades que años se atrás se lograba. Las erradas políticas económicas aplicadas por los Gobiernos en las últimas décadas junto a la negligencia de cierta parte del sector empresariado regional profundizó la crisis del sistema. La pérdida de mercados en el exterior fue una de las consecuencias que emergieron tras el deterioro mencionado. Al tener una menor oferta exportable -por carecer de calidad y volumen- es lógico que caigan los embarques por el puerto de San Antonio.

En segundo término, están las nuevas alternativas que se han generado para exportar. Hoy la fruta del Valle tiene múltiples salidas para llegar a los mercados cosa que hasta una década atrás no estaban desarrolladas. Hoy una caja de fruta puede salir por los puertos de Buenos Aires, Bahía Blanca, Chile y Uruguay sin dejar de señalar que el movimiento de camiones gano competitividad en estos últimos años.

Las estadísticas reflejan en este sentido que en la temporada de 2005 por el puerto de San Antonio salía el 78% del total de las exportaciones de peras y manzanas de la Argentina. El año pasado ese indicador se desplomó a solo el 36%. Números que muestran lo complejo de una salida para la crisis que está atravesando la terminal portuaria.