Una tribu supera conquistó el río en Roca
Es una actividad que crece desde hace 4 años en Roca. En Brazo Verde, una playa tranquila y bonita de Paso Córdoba, empezó como una actividad solitaria y hoy son muchos los que llevan sus tablas de stand up paddle para disfrutar el agua.
Gonza va de copiloto. Abre el video que le mandó Mario y la música empieza a sonar. En la imagen la camioneta con una tabla que sobresale del techo va camino a Paso Córdoba. La música en vehículo compite con las voces de sus tres amigas que no paran de charlar. Gonza ve que la camioneta del video pasa la pulpería y dobla a la derecha por un camino de tierra. “Doblá por acá para ir a Brazo verde”, dice.
El auto zigzaguea entre el paisaje árido de la meseta patagónica, que de a poco, se salpica de verde. Algunos caballos pasan por el costado y el auto se detiene al llegar a la costa. Todo está a tono. En ese lugar, la playa, los bordes y hasta el agua se tiñeron de un furioso color esperanza.
A las 12 del mediodía de un sábado, en la punta de una península Mario Alcázar espera debajo del gazebo de Roca SUP. Entre los salvavidas que cuelgan de los caños y una docena de tablas apiladas, hace señas y pregunta: “¿llegaron bien?”. Los nuevos superos van a su encuentro entusiasmados y comienzan a ponerse protector solar, mientras aceptan unos mates.
Roca SUP no funciona como escuela, sino como una experiencia de introducción a la disciplina. No hay días establecidos, pero están todos los días que el clima lo permite. A mediados de semana, ven el pronóstico y se publica en redes sociales (Facebook e Instagram) el día que van a supear. Un día antes se confirma y Mario manda el Whatsapp con el video que te muestra cómo llegar.
Antes de partir todos hacen una ronda en torno a la gran protagonista del día:#la tabla de SUP. Mario explica lo básico, esto se llama proa dice señalando la punta y la popa es la trasera. El pads es como una alfombra que está en el medio, e indica dónde hay que pararse.
Mario reparte los remos para cada participante y los ajustan a medida. En unos minutos todos están arrodillados sobre las tablas que flotan en ese brazo lindo del Río Negro. El proyecto intenta demostrar que el río se puede disfrutar de otras maneras. Desde adentro, viviéndolo y cuidándolo en contacto con lo natural a 15 minutos de la ciudad.
Los superos, como insectos se mueven sobre el agua. Van hasta el fondo de un pasillo angosto sin profundidad y sin correntada. En el medio hay un árbol caído. Sonia pega un grito y dice que vio algo que se movía. Mario la tranquiliza y le cuenta que allí vive una familia de tortugas que suelen salir a saludar.
Después de unos minutos de entrada en calor, es hora de ponerse de pie. Vivi se pone en posición de banco sobre la tabla, apoya un pie, luego el otro y cuando se incorpora, todo parece temblar. Le sugieren que doble un poco las rodillas. Despacio la tabla deja de moverse y ella comienza a remar.
“Vamos a llegar hasta abajo del puente”, dice el instructor mientras toman confianza, se pasan y buscan ganar un poco de velocidad. Avanzan con dirección al puente, pero al llegar a la mitad, todos se recuestan boca arriba en las tablas y dejan caer las manos al agua a cada lado. Cierran los ojos y el punto amarillo del sol les traspasa los párpados, el movimiento suave y el ruido del agua hacen que la paz gane el momento.
Una experiencia única bajo el mar en Las Grutas
Los turnos son en lugares seguros, donde se explican los conceptos básicos que se ponen a prueba. A medida que se evoluciona, se hacen travesías en el río grande, con correntada. El costo es $550 el turno y $800 la travesía.
Mario, recuerda que este es el cuarto año que ofrece esta experiencia. Cuando arrancó, solo había dos tablas en el río y ahora hay más de 40 porque muchos, después de algunas clases comenzaron a comprar las suyas.
Un grupo de brazos fuertes
– Hoy sale Brazo Verde
– Yo voy
En el grupo de Whatsapp, desde las 11 de la mañana otros superos se preparan para pasar el día en la costa. Algunos compraron asado y cargaron la parrilla. Mientras Mario está en el agua con el primer turno, la mayoría de ellos comienzan a llegar.
Al lado de un auto, se escucha el sonido de un inflador eléctrico que le da cuerpo a una tabla de SUP. Miriam y su compañero cuentan que comenzaron a ir a ese lugar con Mario y les gustó tanto que hicieron la inversión.
“Estábamos esperando ansiosos el calor para remar. Me gusta mucho por los paisajes, la actividad deportiva en sí y lo social;#es completo. Ahora organizamos para ir a Villa Pehuenia”, cuenta antes de lanzarse al agua.
Agáchense que viene la rama
En el agua Mario conduce a los novatos hacia el puente. Cuando cruzan la mole de cemento, el río se abre ancho y cristalino. En el horizonte de bardas rayadas, tres gaviotas aparecen entre los arbustos y vuelan al ras del agua. “A estas las tenés alquiladas”, le dicen a Mario. El se ríe y cuenta que trabajan mucho en la concientización sobre la importancia de cuidar el río.
En la orilla, hay unas ramas y un túnel por donde pasar. Los superos aceptan el desafío, reman hacia ahí y cuando avanzan se agachan para pasar. El instructor cuenta que una vez que la gente está segura, puede elegir hacer travesías en el río grande a más velocidad con correntada.
“Hacemos bajadas de Cipolletti a Roca de 30 tablas. Tiene más adrenalina. Nosotros ponemos todos los elementos, la gente viene y disfruta”, asegura.
Al volver a la costa, se ven varios autos que siguen llegando. Todos aman Brazo Verde, el lugar que tiene el mapa para descubrir los tesoros del río.
Buscalos en Fb e Ig: Roca SUP. Wtsp 298 4707273.
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