El puente de Neuquén que lleva 30 años en carpeta y es clave para el turismo
La mitad de ese plazo ha durado la obra que se paraliza por diferencia de presupuesto o expropiaciones que no se hicieron.
El proyecto del puente sobre el río Collón Curá en La Rinconada tiene 30 años y hace 12 que la obra está en veremos. Después de la Ruta de los 7 Lagos -que duró 25 años- es el emblema del Neuquén inconcluso.
La actual estructura, de una sola mano, se encuentra deteriorada y muestra signos de amortización. Está declarada monumento histórico por el Congreso de la Nación.
El nuevo comenzó a construirse hace 12 años aguas abajo del actual y tuvo los mil y un problemas, amén de las clásicas paralizaciones de obras viales nacionales por diferencias entre la contratista y el contratante. Se sumaron expropiaciones, cambios de gobierno, vedas climáticas más extensas, etc.
La semana que pasó, los Gutiérrez, el gobernador de Neuquén, Omar, y la administradora de Vialidad Nacional, Patricia, se sacaron una foto mientras sonreían. El organismo firmó una resolución que autoriza la obra previo reconocimiento de unos $27 millones para la contratista Juan Lavigne y CIA SA a la que emplazaron a terminarla antes del 31 de agosto de 2021.
La decisión en términos políticos significó un alivio para el mandatario neuquino quien se había comprometido, cuando fue reelegido en marzo, que si el nuevo puente seguía paralizado -lo está hace seis años- la Provincia se iba a hacer cargo de su terminación. Es decir, repetir lo que pasó con el plan de 30 jardines de infantes que comenzó Nación y ahora termina provincia.
El Secretario General de la Gobernación y coordinador de Empresas Públicas, Leonel Dacharry, dijo por AM 550 que “técnicamente” la empresa está decidida a completar la obra y que ya comenzaron con la limpieza del obrador. Sostuvo que hay que esperar la época de mayor bajante para colocar las fundaciones y los dos tercios de pilotes que faltan. ¿Será el inicio del final de la obra?
Por el puente de una sola mano cruzan alrededor de 1.000 vehículos por día. Cuando estuvo cortada la ruta 231 por el derrumbe en Huemul, el tránsito se incrementó y, la 40, quedó como única vía de acceso y de escape a la zona turística por excelencia que ofrece Neuquén.
Hace un año, el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, junto al gobernador anunciaban que era inminente la reactivación de las obras. La realidad no se dio por enterada.
Un año antes, el titular de la empresa Juan Lavigne informó a Río Negro que los terraplenes de acceso al puente estaban prácticamente listos y que se había terminado en un 70 % el empotrado de los 30 pilotes sobre el lecho del río, desde que comenzaron a trabajar en 2013. En 2006 la obra costaba 17 millones y diez años después 123 millones de pesos. Los tiempos improductivos de obradores y máquinas no se tuvieron en cuenta, así como tampoco las dificultades para la circulación en la ruta escénica.
El tránsito
- 1.000
- son los vehículos que, por día, utilizan el cruce sobre el río Collón Curá para ir desde la zona de los lagos hacia el centro de la provincia o quienes se dirigen por la ruta 40 hacia el sur, según un informe de Vialidad Nacional.
Los empresarios superaron el pudor y firmaron una declaración política donde pidieron la culminación de la obra. La Federación que agrupa a las cámaras de comercio de la provincia a través de Daniel González, presidente de Acipan, sostuvo que el actual puente “tiene un estado de precariedad absoluta” y que el nuevo “es estratégico para el turismo”. “El 2 de setiembre se había dicho que se iba a comenzar con la obra y estamos en noviembre y todo sigue igual”, sostuvo González en Radio Nacional cuando se le indicó que Nelson Damiani, titular del distrito Neuquén de Vialidad Nacional, había puesto la fecha de reactivación.
La resolución de Vialidad, en definitiva, fue tomada con cierta frialdad por las desventuras que tiene la Neuquén inconclusa que incluye obras viales a medio hacer.
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