Nación analiza importar GNL de Chile ante la crisis boliviana
Es ante un potencial corte en los envíos, tal como informó la petrolera YPFB. Además se utilizaría el GNL acopiado en Escobar y una mayor inyección desde la Cuenca Neuquina.
La notificación realizada por Yacimientos Petrolíferos Fiscales Boliviano (YPFB) de un posible corte en los envíos de gas natural que diariamente ingresan al país desnudó la fragilidad del sistema nacional de redes de gas, dado que desde la secretaría de Energía de la Nación se reconoció que ya se evalúa la importación de gas natural licuado (GNL) desde Chile para paliar un corte en el fluido boliviano.
Ayer Integración Energética Argentina (Ieasa), la ex Enarsa, recibió una nota desde YPFB por medio de la cual advirtieron que una serie de sus instalaciones fueron tomadas como parte del conflicto que atraviesa Bolivia y anticiparon que podrían interrumpirse los envíos a Argentina. La misiva fue dada a conocer por el sitio especializado Econojournal.
Es por esto que desde la secretaría de Energía que conduce Gustavo Lopetegui se detallaron los planes que tienen ante un potencial corte que afectaría no sólo a las provincias de Salta y Jujuy, sino también a una de las zonas industriales más importantes del país como es Córdoba y Santa Fe.
«Hablamos con YPFB y hasta el momento están entregando sin problemas. De cualquier manera, si los hubiera, estamos preparados para reemplazar el volumen que se pueda perder», indicaron desde Energía.
Y detallaron que una de las herramientas a utilizar para reemplazar el gas boliviano es la inyección de más gas desde la Cuenca Neuquina. Una medida que puede ser beneficiosa para Vaca Muerta pero que se ve limitada por la capacidad de los gasoductos existentes.
La segunda herramienta que desde Nación se definió es la utilización del GNL importado en agosto y que está acumulado en el puerto de Escobar. «Tenemos un barco lleno en Escobar que lo dejamos como reserva y que si no se usa, se utilizará al inicio del invierno próximo», explicaron desde Energía y puntualizaron que la carga asciende a los 88 millones de metros cúbicos.
En tanto que la tercera forma de paliar el faltante de los 10,5 millones de metros cúbicos que diariamente ingresan desde Bolivia sería importando GNL vía Chile. «Para abastecer específicamente la región norte se podría importar GNL vía Mejillones, en Chile», explicaron desde Energía.
Esta última maniobra se debe a que los gasoductos no tienen hoy la capacidad de poder suplir el gas boliviano tanto con producción nacional como con la que se inyecte desde Escobar para llegar al extremo norte del país, principalmente a Tucumán, Salta y Jujuy.
En esa zona la producción de gas natural es menor al consumo, por lo que diariamente utilizan gas boliviano, y un potencial corte en el suministro implicaría afectar entre otros usos a las centrales térmicas que generan la energía eléctrica de la zona, en especial en Tucumán.
El dato
- 9,44%
- del consumo del gas que Argentina registró ayer corresponden al gas boliviano.
Desde Nación se recordó que a principios de año se renegoció el contrato con YPFB por lo que el volumen que ingresa al país bajó de los 18 millones de metros cúbicos por día que decía el texto, a los actuales 11 millones de metros cúbicos.
Si bien desde Vaca Muerta y la Cuenca Neuquina podría aportarse una buena cantidad de gas para paliar el corte de la importación, los gasoductos existentes no lo permiten. De hecho en la red de Transportadora Gas del Norte (TGN) la única experiencia con el envío del gas neuquino hacia el norte del país llegó hasta Córdoba, pero además con un menor volumen dado que en las líneas ya hay un cúmulo de gas pasante.
En tanto que con la inyección de GNL desde Escobar no se podría llegar hasta la zona del NOA, la cual dependería de una rápida importación desde Chile.
Desde Nación se advirtió que el uso de GNL implica una diferencia de precios para el país, dado que mientras el gas boliviano está valuado en 6,40 dólares por millón de BTU, el GNL alcanza un precio no menor a los 7 dólares por la misma cantidad, dado que a su precio hay que adicionarle el costo de regasificación y transporte.
YPFB informó que «un grupo de personas tomaron el campo Carrasco y estaciones de bombeo y compresión cercanas a campo Carrasco», y solicitaron a Argentina la liberación del cumplimiento de sus obligaciones de envío dado que advirtieron que «no se descarta la toma de otras instalaciones de producción o transporte de gas natural».
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