Un hombre llegó a juicio por amenazas y robo en un lavadero de autos de Neuquén
El hecho ocurrió en enero en un local del barrio Santa Genoveva y el principal involucrado en este caso fue el abogado Alfredo Cury, quien accedió a una probation y evitó el juicio. El ataque fue realizado por siete personas y solo una es juzgada.
Sin presencia del principal imputado, a quien le concedieron una probation, esta mañana comenzó el juicio en el que se investigó al abogado neuquino Alfredo Cury por amenazar con una patota a los empleados de un lavadero de autos. El hecho se desencadenó por el supuesto robo de pertenencias del vehículo del letrado. El único que llegó a esta etapa del proceso es José Ampuero, quien participó del episodio y fue captado por las cámaras del local mientras revisaba la billetera de una de las víctimas.
El hecho ocurrió el pasado 11 de enero a las 13, en el local “El Brillo” que se ubica en el cruce de las calles Illia y Río Dulce del barrio Santa Genoveva. Toda la secuencia quedó filmada por tres cámaras de seguridad del local, que ayer fue exhibida durante la primera audiencia de juicio.
La escena es como una película de gánsters: una camioneta Dodge Ram llega a la playa de lavado del local, descienden cuatro sujetos -que hasta el momento no fueron identificados- y con rapidez empiezan a amedrentar a los empleados, en especial a uno, al que golpean y amenazan.
Cury, un abogado penalista de Neuquén, ingresa al lugar caminando por un portón, acompañado de dos personas -entre ellas Ampuero-. Empieza a discutir con el encargado y a fuerza de empujones logran que los cinco empleados se metan a la recepción. Los agresores eran siete, algunos de ellos comenzaron a gritar y dar órdenes, uno derribó de una piña al mismo empleado que habían atacado al principio y luego otro lo pateó en el piso.
Las cámaras lo muestran a Cury exaltado, haciendo ademanes con un dedo y exigiendo que le devuelvan sus pertenencias. El letrado había llevado a lavar su vehículo el día anterior, y reclamaba el robo 17.000 pesos y tres gafas de sol que de la guantera. El 16 de agosto reconoció su participación en el hecho y accedió a una suspensión de juicio a prueba por el plazo de un año.
En el caso de Ampuero la fiscalía lo acusó por coacción y robo. Las filmaciones lo muestran con una actitud pasiva, pero en un momento revisa la billetera de una de las víctimas. Esto coincide con la denuncia de uno de los empleados, quien reclamó por el robo de 2.000 pesos. Por este hecho Ampuero se declaró inocente y sostuvo que fue al lugar solo a acompañar a Cury.
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