Tumor venéreo transmisible ¿qué es y a quiénes afecta?
Este mal es más frecuente de lo que se cree, y para evitarlo lo mejor es restringir el “vagabundeo” del animal. Cómo se trata y todo lo que se puede hacer.
El tumor venéreo transmisible (TVT) se presenta únicamente en los perros. Se trata de un tipo de cáncer que, a diferencia del resto de tumores, es contagioso.
Esto ocurre cuando hay monta o al tener contacto por lamido u olfato con las mucosas afectadas. También conocido como tumor de sticker, sarcoma infeccioso; o tumor retículo endotelial benigno del perro, que afecta principalmente a los genitales externos y ocasionalmente, a los genitales internos.
Esta enfermedad fue inicialmente descripta por Novinsky en 1876, quien demostró que el tumor podía ser transplantado de un huésped a otro por inoculación de células tumorales. Después le siguieron otros investigadores que concluyeron que las células se transplantaban a través del contacto sexual, olfativo, lamidos o mordeduras. Como se puede ver, el TVT no es una enfermedad nueva y es más habitual de lo que parece.
Glenda Fernández Güereña –médica veterinaria, matrícula N° 708, de Roca– explica que “el TVT es de características benignas, afecta más a perros jóvenes de ambos sexos y los más perjudicados son los de la calle. El vagabundeo es la consecuencia porque se transmite de contacto directo por transmisión sexual, pero también por el lamido y olfato”.
“Si bien es un tumor de características benignas, en algunos casos, muy pocos, desarrolla metástasis. Lo importante es que tiene tratamiento; y la mayoría tiene cura. Lleva de cuatro a seis semanas de tratamiento aproximadamente”, agrega la profesional.
Fernández Güereña asegura que “a través de la quimioterapia, los resultados son altamente significativos”. En algunas ocasiones se lo acompaña con antibióticos. La droga más eficaz utilizada es el sulfato de vincristina, pero existen drogas alternativas en caso de que el animal tenga rechazo al tratamiento. Generalmente, lleva de cuatro a seis aplicaciones, una por semana, con suero, vía endovenosa. En la primera semana ya es revelador el resultado, arremete la experta.
¿Cómo lo detectamos?
“Normalmente el síntoma más común es la aparición de un nódulo que va creciendo, de color rojizo, en forma de coliflor y de característica sangrante; afectando la zona de la mucosa vaginal (hembra) o peniana (macho). La mayoría de la gente visualiza el goteo o descarga de sangre por los genitales y muchas veces no ve la masa rojiza propia del tumor”, explica la profesional.
Para Fernández Güereña, lo más importante para cuidar a los perros es “evitar el vagabundeo” y “también la esterilización, porque así evitamos el contacto sexual”. De todos modos, es importante señalar que lo más perjudicial es el vagabundeo porque aun un perro castrado puede contagiarse por el simple olfateo. Como señala la veterinaria, “la responsabilidad en la tenencia es primordial”.
* La mejor manera de prevenir es evitar que nuestros perros deambulen o callejeen y tengan contacto con otros canes que puedan estar infectados.
* El contagio es de contacto directo: sexual (el principal, porque es más fácil que las células se implanten), olfativo y por lamidos.
* Tratamiento de quimioterapia: ofrece una excelente respuesta de buen pronóstico (fármaco antineoplásico: sulfato de vincristina).
* Baja probabilidad de metástasis en la mayoría de los casos.
* No hay riesgos para humanos. Es un tipo de cáncer que solo se transmite de forma sexual entre perros.
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