Esteban Righi juró como procurador general de la Nación

BUENOS AIRES (DyN)- Esteban Righi prestó juramento ayer ante el presidente Néstor Kirchner como procurador general de la Nación, en una ceremonia llevada a cabo en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno.

El nuevo jefe de los fiscales se desempeñó como ministro del Interior del breve gobierno de Héctor Cámpora, en 1973.

Estaban presentes el vicepresidente Daniel Scioli, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y los ministros de Interior, Aníbal Fernández; de Planificación Federal, Julio De Vido; de Trabajo, Carlos Tomada y de Defensa, José Pampuro, entre otros.

Righi reemplazará a Nicolás Becerra, quien estaba en el cargo desde la presidencia de Carlos Menem.

Su pliego tuvo un proceso sencillo antes de ser aprobado en el Senado. Esteban Justo Antonio Righi fue propuesto por el Poder Ejecutivo a través del mecanismo de transparencia establecidos para la designación de jueces de la Corte Suprema.

Sólo la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos y de los Familiares de la Masacre de Margarita Belén objetaron su candidatura por haber sido Righi asesor del ministro del Interior menemista José Luis Manzano y abogado defensor de sindicalistas.

Righi, un abogado y profesor universitario de 65 años al que se asocia a la década del 70, realizó un guiño de ojo cómplice hacia el jefe del Estado segundos antes de que éste le tomara el juramento de rigor, que ocurrió cerca de las 12.30, una hora y media después de lo previsto.

En el gobierno de Cámpora, quien renunció para dejar paso al tercer período de Juan Domingo Perón, Righi representó a los sectores juveniles de izquierda, pero debió compartir el gabinete con el ultraderechista ministro de Bienestar Social, José López Rega.

Tras el golpe de 1976, Righi sufrió la privación de sus derechos políticos y gremiales y fue inhabilitado para ejercer cargos. El ex ministro debió exiliarse entonces en México, donde vivió diez años. Desde 1985, el flamante procurador viene cobrando una jubilación «de privilegio» por su desempeño en la función pública durante los 49 días que duró el gobierno camporista.