Viernes y sábado de teatro en Espacio Pueblarte
Espacio Pueblarte tiene dos piezas que nos hablan, por un lado de la felicidad y de esa necesidad humana de ir tras nuestros sueños, frente a la dicotomía de un destino sellado y predefinido; y por el otro el desafío de un elenco cipoleño para poner en escena una trama políticamente incorrecta y con el soporte de dos clowns que buscarán revivir las épocas del cine mudo. Este viernes a las 22 con “Hush… el diario que crece y cambia…”, de Pablo Donato, y el sábado a las 21:30 “Un mechón de tu pelo”, dirigida por Gustavo Urrutia con un texto de Luis Loyola Cano.
La búsqueda de los sueños, de la felicidad y de todo aquello que nos convierte en seres con deseos entrará en conflicto con la idea de que el destino está predeterminado, en la obra que se estrenó en Cipolletti y que vuelve a Pueblarte: “Un mechón de tu pelo”. Se trata de un texto de Luis Loyola Cano, dirigido por el neuquino Gustavo Urrutia.
“Hush… el diario que crece y cambia…” es una “comedia políticamente incorrecta”, como la plantearon sus creadores, sin diálogos y guiada por una banda sonora.
Este drama aborda el vinculo que se crea entre dos mujeres que trabajan como empleadas domésticas en una casa de familia acomodada, hace poco menos de cien años en Argentina. Con rangos de tercera línea, pasan la mayor cantidad del tiempo trabajando. La diferencia entre Andrea y Angela, además de la edad, aparece dada por sus personalidades opuestas.
“Hush… el diario que crece y cambia…” es una “comedia políticamente incorrecta”, como la plantearon sus creadores del elenco Estocada Vep, integrado por Pablo Donato, Javier Santanera y Pablo Aguirre. En una obra sin diálogos que estará guiada por la banda sonora, dos obreros llegan al teatro y se ponen a trabajar. Cuando empieza la función alguien que podría ser un jefe, los llama para que suban al escenario y, en lo que suele llamarse teatro dentro del teatro, empiezan a actuar. La temática ronda permanentemente a la política y toca de cerca muchas de nuestras problemáticas actuales.
Las mismas formas y gestualidades del cine mudo nos recuerdan algunas escenas de Charles Chaplin. Con una estética de antaño y pasajes realmente hilarantes y graciosos, por momentos interpelarán al público que se sentirá confundido e identificado.
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