«Estamos para nosotras», un libro que compila la genealogía socorrista
"Estamos para nosotras", es una obra de Editorial Chirimbote que reúne las experiencias de la red que brinda información y acompaña a mujeres que deciden interrumpir un embarazo.
Laura Rosso hilvanó las voces de las socorristas en el libro “Estamos para nosotras”, de Editorial Chirimbote, que se presentará hoy, día de acción global por el aborto legal y seguro, en Neuquén capital, y mañana en General Roca. La obra recorre la historia de la red de feministas que brinda información y acompaña a mujeres y personas gestantes en su decisión de interrumpir embarazos. El trabajo está ilustrado por Lucía Garrido (@labarondelacervezailustra en Instagram) que consigue capturar de forma perfecta, en la tapa, la alegría que transmiten las activistas cuando alborotan las calles y profanan el “Arroz con leche”. Lo bailan en ronda y sacuden sus pelucas fuscias. Ya no solas.
P: Si el aborto salió del clóset con la discusión en el Congreso sobre la legalización, ¿ocurrió lo mismo con las socorristas?
R: Lo que me parece es que muchas pibas se acercaron a ellas para empezar a acompañar abortos cuidados. Una vez más el Estado abandona a quienes abortan y las socorristas crecen. Me acuerdo que Ruth Zurbriggen (activista de La Revuelta) habló de un estallido en el año 2018 con la marea verde, porque hubo un crecimiento enorme de la red.
P: Esta semana Oaxaca (México) aprobó la despenalización del aborto. ¿Cómo ves la discusión en América Latina?
R: La efervescencia en las calles es tal que somos una especie de faro, con todo el orgullo que me produce decirlo. Todo ese entramado político, feminista, y colectivo que hace socorristas en red es de alguna manera replicado por colectivas latinoamericanas, así que en ese sentido es un doble orgullo haber podido escribir este libro, porque me doy cuenta de lo que significa la red. Es una red que produce conocimiento, que dialoga, que llega acuerdos, y que es sumamente respetada y admirada por colectivas que quieren en sus regiones, dónde el aborto todavía no es legal, acompañar a mujeres.
P: ¿El objetivo del libro es trazar una genealogía del socorrismo?
R: Sí, tal cual. Traza la genealogía de la colectiva feminista La Revuelta, que fue dónde nace el socorrismo en nuestro país, y del socorrismo en el siglo XXI a través de experiencias y voces propias, relatos en primera persona de socorristas que dan cuenta del activismo que cada una lleva a cabo en sus territorios y de cómo la red fue expandiéndose.
P: ¿Qué le dirías a las personas que todavía tienen preguntas o prejuicios respecto del trabajo de las socorristas?
R: Las socorristas decidieron hacer pública su actividad en las plenarias hace un par de años porque eso también las cuidaba. No esconden nada. Por eso también los talleres y los encuentros con las socorridas, las personas que desean abortar, son en lugares públicos. Todo es puesto a disposición de quien necesita un aborto seguro que el Estado niega y que ellas no abandonan, a nadie. Entonces tal vez este libro ayude también a que esos prejuicios se vayan desandando, porque conociendo la actividad de las socorristas quienes tengan prejuicios se van a dar cuenta que posibilitan abortos seguros, acompañados, y que además tienen un registro y una sistematización de datos en donde llevan cuenta y registro de las mujeres que se acercan. Tienen estadísticas que ningún organismo del Estado tiene porque el aborto es clandestino, salvo en las tres causales que permite que sea legal.
*En Neuquén capital la cita será hoy, a las 19, en el Centro Cultural del Oeste, ubicado en Doctor Ramón y Racedo.
*En General Roca el encuentro será mañana, domingo 29 de septiembre, a las 16, en la Biblioteca de la Estación, situada en 9 de Julio y España.
En el libro Laura Rosso cuenta que el socorro era una forma de asistencia que desarrollaron las feministas italianas de la década de 1970, en la cual las mujeres que deseaban realizarse un aborto podían reunirse en una oficina donde recibían ayuda e información. Así evitaban acudir a personas sin capacitación y pagar precios altos. Socorro Rosa comenzó en Roma y pronto fue imitado en otras ciudades de Italia. En Francia también funcionaron servicios similares antes de la legalización del aborto en 1975, cuya ley fue promovida por Simone Veil.
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