Villa Traful: todos miran el lago y sacan conclusiones
Entre los vecinos hay temor o indiferencia. El comisionado elabora un plan de contingencia ante la posibilidad de un tsunami. Los científicos insisten que hay que monitorear para poderlo prever.
La apacible comunidad de Villa Traful vio trastocada su tranquilidad esta semana con un informe geológico que concentró las miradas en el Bosque Sumergido. En la margen norte del lago Traful, donde unos 60 cipreses sobresalen de la superficie, la pared montañosa comenzó a deslizarse hacia el agua. Los investigadores sostienen que un desprendimiento puede generar un tsunami que golpee a la población y algunos reaccionaron con cautela, otros no creen que eso pase y varios en las calles sienten temor.
Todo comenzó en 2010, cuando el doctor en Geología de la Universidad de Buenos Aires Andrés Folguera comenzó a frecuentar la localidad por un proyecto. Al conocer que el profesional estaba en la zona, un guía de turismo lo llevó a visitar a Roberto Fernández, un viejo poblador, el único residente del otro lado del lago, en una bahía del Bosque Sumergido.
Fernández le contó que veía pequeños movimientos en la montaña y grietas. Le dijo que en un sector del bosque, había un tronco de un árbol con el que jugó durante años con sus amigos de la infancia. Hoy, ese tronco estaba un metro sumergido debajo del agua.
“Cuando volví a visitar el lugar al verano siguiente, subimos hasta la cima de la montaña para estudiar el avance de la sumersión en el lago y vimos una fractura. Hay una serie de bloques que se van desprendiendo del cerro y se desplazan hacia el lago. En los últimos 20 años, hubo un desplazamiento de 8 metros por la gravedad que podría acelerarse”, relató Andrés Folguera, profesor del Departamento de Ciencias Geológicas de Exactas UBA, a “Río Negro”.
Este investigador del Conicet advirtió que “ese desplazamiento podría acelerarse con un terremoto, como el de 2010 o 1960. Es improbable que todo se desprenda de forma conjunta pero no se puede saber. En caso de aceleración, podría generar un tsunami que afectaría a la población de Villa Traful”.
No sería la única posible consecuencia. Las aguas del lago Traful desembocan en el río del mismo nombre y éste, en el río Limay, donde hay varias represas y embalses. “Si se incrementa el caudal de agua, se pueden destruir esos embalses y podría generar inundaciones”, añadió.
Desde el Comisionado de Fomento de Villa Traful, manifestaron cierto malestar con el informe geológico de Bosque Sumergido. “La universidad nunca pasó la información al municipio. El Bosque está ahí desde que nací y cuentan los abuelos de Traful que la ladera se desprendió hacia el lago en el 45”, relató Nicolás Lagos, comisionado de Fomento de Villa Traful.
Sin embargo, admitió que ante el informe, solicitó la intervención de Parques Nacionales y de Defensa Civil de Neuquén para elaborar un plan de contingencia.
La gente está tranquila. Nos criamos con este bosque frente al lago”.
Nicolás Lagos, comisionado de fomento de Villa Traful.
“La gente del pueblo sabe que no va a haber un tsunami como en las películas. En estos lugares de cordillera uno está preparado para este tipo de cosas. Queremos llevar tranquilidad. Esto no es una catástrofe que va a suceder mañana. Se puede prever en el tiempo”, remarcó Lagos.
Miradas contrapuestas
El guía Fernando Sciaroni, que realiza recorridos turísticos por el Bosque Sumergido, fue uno de los que cuestionó el informe: “Nosotros hacemos excursiones ahí desde hace 10 años. No hemos notado ninguna alteración, salvo que algunos árboles están más adentro del lago”, dijo.
“Somos conscientes de que es una falla geológica que tiene miles de años”, continuó, “pero puede no suceder nada. Vivimos en un lugar donde hay actividad volcánica también. Esos árboles fueron introduciéndose en el lago a una velocidad lenta. En el caso de que se desprenda una placa, como pasó en la ruta 40, no generaría una ola mayor a un metro. Y hablan de una ola tan grande que taparía la villa, hablan de evacuación”, sostuvo incrédulo.
Para Gabriela Canale, otra guía turística que realiza paseos al Bosque Sumergido, por el contrario, “el fenómeno sí está ocurriendo. Fernández siempre menciona la famosa piedra del chivo, una piedra por donde daban la vuelta. Esa piedra no está más”, dijo.
El geólogo Folguera recalcó que un proceso similar al de Villa Traful se da también en Noruega. “Los estados que se ocupan de este tipo de situaciones no se preocupan por cuándo pueda ocurrir sino que monitorean en forma permanente. Visitan la zona con helicópteros cada seis meses y ven si la fractura se expande o no. En caso de que suceda, se evacuan las poblaciones cercanas. Se preparan para la contingencia”, explicó.
Como guía de turismo, quiero transmitir tranquilidad. Este fenómeno de desplazamiento viene desde hace años. No tiene por qué desprenderse”.
Fernando Sciaroni, guía turístico.
Canale destacó el estudio de Folguera en la localidad e hizo hincapié en que se trata de tomar cartas en el asunto: “Tuvimos mucha suerte de que Folguera viniera con un grupo de la UBA. Una cosa es la mirada científica y otra la nuestra. Nos explicaron que el movimiento de montaña es gradual. No es que podría ocurrir algo mañana. No se sabe. Son tiempos geológicos”, concluyó.
“El Estado debe tomar conciencia y monitorear”
El geólogo Andrés Folguera señaló que la aceleración del desprendimiento podría ocurrir en semanas, meses o años. “Sin monitoreos, es imposible saberlo. Nosotros trabajamos en forma sistemática en los últimos 10 años y se expuso en los congresos de geología y en la revista científica South American Earth Sciences. Consideramos que la primera etapa del trabajo está cumplida, es decir, notificar de la situación”, indicó el investigador del Conicet.
El fenómeno es visible porque hay un grupo de cipreses que van inclinando desde la montaña. Y se lo explicamos a los turistas porque el lugar es alucinante”.
Gabriela Canale, guía turística.
Este profesor de la UBA insistió en que “el estado debe tomar consciencia. El estado provincial debe comunicar al estado nacional y éste convocar a cuatro instituciones: el Servicio Geológico Nacional (por los monitoreos), Parques Nacionales (para proveer la logística y visualizar, por ejemplo, desprendimientos con helicópteros), Gendarmería (para ayudar en eventual evacuación) y Defensa Civil, (para instrumentar los planes de evacuación).
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