La Ruta 23 será la obra más cara de Vialidad en todo el país
Vialidad Nacional admite que la Sección III del sector Jacobacci-Comallo tiene destino de relicitación. La empresa adjudicada “está fuera de combate”. El gobierno dice que terminará el año con un 75% de cumplimiento de sus metas.
La Ruta Nacional 23 es la obra más cara que lleva adelante Vialidad Nacional en toda la Argentina, contemplando los tramos ejecutados y los que todavía no se completaron para conectar por asfalto la cordillera con el mar. El organismo se prepara para dejar atrás la veda invernal y poner en marcha los trabajos de pintura a lo largo de 30 kilómetros entre Jacobacci y Comallo, en la Sección II que tiene como contratista a la empresa Burgwardt SA.
En la Sección I de ese mismo tramo resta la ejecución de un puente, obra que se proyecta para los próximos cuatro meses, según informó el coordinador de Gestión, Eduardo Plasencia.
“Con eso vamos a haber cumplido un 75% de los 300 kilómetros que nos propusimos terminar de construir hace tres años y medio”, sostuvo el funcionario, quien recorrerá desde hoy todo el camino, partiendo desde Bariloche hacia el este, en dirección al cruce con la Ruta Nacional 3.
¿Por qué no se cumplió con el 25% restante?
“En esos 75 kilómetros aparecieron cuestiones técnicas importantes, por ejemplo, mallines susceptibles que no estaban bien contemplados en el proyecto original. Pero eso ya se resolvió: la administradora (Patricia Gutiérrez) firmó días atrás la resolución aprobando el nuevo esquema técnico y no quedan obstáculos para terminar la obra entre 2021 y 2022”, respondió el virtual número 2 de Vialidad.
Pero no todo es avance en la estratégica Ruta 23.
En la Sección III, que se extiende desde Onelli (más precisamente desde el puente de Olate) hasta Comallo, las máquinas de la empresa Homaq están paralizadas desde hace tiempo y nada hace prever que regresen a ese sector de la Región Sur.
“La contratista no puede avanzar, tuvo problemas y está prácticamente fuera de combate. Estamos viendo si tenemos que relicitar”, planteó el coordinador de Vialidad en diálogo con “Río Negro”.
“Son las cosas que pasan. En otra época el gobierno pasaba por arriba el derecho administrativo y arreglaba por afuera con las constructoras en problemas. Las obras no se morían, se reactivaban fácilmente, pero a un costo infernal para los argentinos, entre ellos el costo moral”, agregó Plasencia.
La compleja situación para esta obra en la Ruta 23 no es la única que se presentó para esa firma durante los últimos tiempos.
La Autopista 7, en la zona de Chacabuco, en la Provincia de Buenos Aires, también quedó a la deriva. En ese proyecto Homaq integró una Unión Transitoria de Empresas con Dos Arroyos S.A y UCSA, que a principios de este año se desentendieron del proyecto luego de haber ejecutado apenas el 16% del total.
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