Mundial de básquet: Argentina y su juego sagrado
El desempeño de la selección argentina de básquet en el Mundial de la disciplina ya se puede balancear desde lo positivo. Además de ganar sus cuatro partidos iniciales, logró con antelación el pase a cuartos de final y sigue creciendo en su rendimiento colectivo.
Los dirigidos por Sergio Hernández dieron cuenta de Venezuela en el primer duelo de la segunda fase (87-67) y aprovecharon la victoria de Polonia sobre Rusia para sellar la clasificación a cuartos de final.
El duelo de mañana a las 9, en el cierre del a segunda etapa ante los polacos, irá para la estadística.
En la victoria sobre la Vinotinto, que comanda el argentino Fernando Duró, se vio una gran diferencia en favor de la selección albiceleste. Con el correr de los partidos y la acumulación de victorias, la confianza sigue creciendo y el juego del equipo también. Ayer jugaron todos y ninguno sintió el desgaste.
‘‘No hay posibilidades de que nos relajemos. Podemos perder con Polonia, pero la actitud y la energía van a estar. Este equipo tiene ambos atributos. Hay hábitos, capacidad atlética, estructura: solidez. Nuestra entrega e intensidad son nuestro sello’’, señaló el capitán Luis Scola.
Argentina espera por España o Italia en el primer cruce directo de cuartos de final. Eso se resolverá mañana, pero ya será otra historia.
No es ni por asomo el mismo plantel, entrenador o estilo. Argentina pasó sus años de Generación Dorada y apenas queda Luis Scola como representante de aquel grupo de jugadores inolvidable para el deporte argentino.
Pero incluso con matices, el fuego sagrado persiste en el tiempo. Y no se trata de la garra por sí misma, sino de la forma en la que el equipo encara los desafíos. Hay respeto por un plan de juego, se disimulan los defectos y carencias, y se potencian las virtudes.
¿Falta altura en el poste bajo? Hay ayudas e intensidad para defender. ¿Los rivales tienen ventaja física?Hay movilidad y mucho pase para encontrar al compañero mejor ubicado.
Lo dijo alguna vez Manu Ginóbili: ‘‘habitualmente en nuestro país creemos que se gana con huevos, pero no alcanza. Hay que jugar bien también’’.
Con esa premisa es que Argentina está avanzando en el Mundial, pese a que atraviesa una etapa de profundo recambio.
El desempeño de la selección argentina de básquet en el Mundial de la disciplina ya se puede balancear desde lo positivo. Además de ganar sus cuatro partidos iniciales, logró con antelación el pase a cuartos de final y sigue creciendo en su rendimiento colectivo.
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