Tiempo de revisiones

Weretilneck adelantó su apartamiento del macrismo al senador Pichetto y lo aplicó en Bariloche, con críticas al gobierno de Macri y una aprobación al esquema de Alberto Fernández.

Weretilneck siempre pertrechó decisiones con Pichetto. Nada nuevo. Bien se sabe que su frustrado intento re-reeleccionista fue diseñado en ese despacho senatorial.

Su operativo apartamiento del macrismo tomó cuerpo el martes 20 de agosto, pasado el mediodía, cuando el gobernador se juntó y contó su decisión al senador. Se fue liberado y, al otro día, fue el vocero de los gobernadores no oficialistas contra las acciones tributarias nacionales.

Justificado en la defensa de los recursos provinciales, ese giro se acrecentó en lo político y el jueves llegó al pico en Bariloche, que hoy vota -con Choele Choel- sus autoridades. Tiene su explicación. Los votantes barilochenses expresaron un alto rechazo al presidente Macri, votándolo sólo el 19% en las PASO. Weretilneck actuó en consecuencia y, en entrevistas andinas, lanzó frases reveladoras: no se puede “gobernar y jugar a la política”, lo ocurrido es “responsabilidad total de Cambiemos”, “no se puede echar la culpa al resultado” y “lo que llama al cambio es la crisis económica” porque “todos la están pasando mal”. Introdujo una ponderación a Alberto Fernández porque “es un hombre de experiencia”, que el apoyo “de gobernadores, el peronismo y los gremios” le “permitirá conducir el barco”. Defendió al candidato del FdT en su actitud frente al FMI, negando cualquier “fogoneo” a la crisis.

El gesto a la Nación del retiro de la demanda por los cambios en IVA y Ganancias respondió a un llamado del secretario de Provincias, Alejandro Caldarelli, que prometió una compensación cuando se conozca el impacto de la reforma. La restitución se delineará esta semana.

Todos los recursos serán bienvenidos. El panorama ya era difícil y el llamado “reperfilamiento” nacional excavó en el blindaje del Plan Castello. Dos tercios de esa reserva quedaron apresados en ese aplazamiento del pago de títulos nacionales, pues Río Negro tiene 87 millones de dólares en Letes, que vencían el 27 de septiembre. Ahora, en esa fecha, la provincia solo cobrará un 15% y el restante 85% se prevé para diciembre y marzo. Estas percepciones se vuelven más inciertas cuando se entrevé que otra será la administración en esos días. El otro tercio de los recursos del Castello están en depósitos en dólares y otras inversiones, según el último informe de Economía enviado a la Comisión de Seguimiento.

Nación transmitió promesas de “excepciones” para las provincias con Letras atrapadas aunque, por ahora, Río Negro mantiene su temor por los fondos para las obras del Plan Castello. Los otros males financieros son generales y, en consecuencia, descansan en un reparo conjunto.

Nación se apoderó de los tiempos del Castello. Dos tercios del plan estaban en letras y sus nuevos vencimientos caerán en el próximo gobierno. Hay promesas de “excepciones”.

El colapso federal relativiza toda miseria y culpa autóctona. La devaluación del peso y la fractura financiera disimulará quebrantos rionegrinos. Esta situación desdeñará reseñas sorprendentes de las erogaciones ligadas a cuestiones sociales. Pueden explicarse en el trabajo estatal por el crecimiento de la pobreza pero, también, por la sucesión de los procesos electorales. Las partidas de alimentos y de ayudas a personas se triplicaron en los siete primeros meses del año en relación a igual período del 2018.

El brete nacional también blinda a Weretilneck de presiones salariales. La Unter misma parcializa pecados provinciales y modera su actitud, a pesar de que la apremia su elección y de que Educación ni se presta para una paritaria. UPCN sigue sin hallar una rendija y continúa sin romper el bloqueo del gobierno, pero el miércoles logró reunirse con la ministra Martha Velez, aún ingenua en las ataduras del poder aunque ya se lo hicieron notar. ATE valora el trato exclusivo pero la pasividad lo atormenta y debe aliviar tensiones con respuestas parciales.

El presente vértigo desalienta análisis firmes. Aún así, en el gobierno se admite que decantará alguna mejora salarial y se focaliza en un bono no remunerativo. ¿Cuándo? Se desconoce.

Todo es ambiguo si un vago proceso merodea el país.