El arte como creación y militancia

CARMEN DE PATAGONES.- Ignacio Arizcuren es nacido en Carmen de Patagones, y desde hace años desarrolla en La Plata su vida de artista plástico, muralista, titiritero, albañil y piquetero: «yo estoy educado en el arte y forjado en el laburo y la militancia», se define.

CARMEN DE PATAGONES.- Ignacio Arizcuren es nacido en Carmen de Patagones, y desde hace años desarrolla en La Plata su vida de artista plástico, muralista, titiritero, albañil y piquetero: «yo estoy educado en el arte y forjado en el laburo y la militancia», se define.

Como casi todos los veranos regresa al terruño para compartir con amigos y familia, y este año hizo una muestra junto a Danilo Vasiloff y repartió risas con su teatro de títeres «La Resaca».

Como casi todos los veranos regresa al terruño para compartir con amigos y familia, y este año hizo una muestra junto a Danilo Vasiloff y repartió risas con su teatro de títeres «La Resaca».

Tomó la expresión a través de los colores y las formas a partir de un taller de libre expresión que llevaban adelante su madre y su abuela, y afirma que esa es su mayor formación artística porque «en la niñez es cuando más firme quedan las cosas; si a un chico le das un pincel o le leés una poesía, brota todo, de golpe, como si siempre hubiera estado trabajando con esa herramienta».

Tomó la expresión a través de los colores y las formas a partir de un taller de libre expresión que llevaban adelante su madre y su abuela, y afirma que esa es su mayor formación artística porque «en la niñez es cuando más firme quedan las cosas; si a un chico le das un pincel o le leés una poesía, brota todo, de golpe, como si siempre hubiera estado trabajando con esa herramienta».

«Es fundamental la cuestión afectiva, y la libre expresión es básica para que el chico comience a conocerse, porque sin ser individualista tiene que conocer, tienen que saber quién es, para después desarrollarse en sociedad», asegura Ignacio.

«Es fundamental la cuestión afectiva, y la libre expresión es básica para que el chico comience a conocerse, porque sin ser individualista tiene que conocer, tienen que saber quién es, para después desarrollarse en sociedad», asegura Ignacio.

Y la solución a esta problemática no duda que es una cuestión de dinero: «el boicot concreto hacia la educación son los 40 pibes metidos en un aula, con una docente que gana 400 pesos por mes».

Y la solución a esta problemática no duda que es una cuestión de dinero: «el boicot concreto hacia la educación son los 40 pibes metidos en un aula, con una docente que gana 400 pesos por mes».

En los últimos años de la secundaria hizo títeres y teatro en talleres municipales, y luego ya instalado en La Plata estudió la carrera de trabajo social y algo de teatro. «El interés en lo social comenzó al hacer obras de títeres en los barrios, después comencé a militar en el MST, y en definitiva la experiencia en los barrios es lo que más me interesa», comenta Arizcuren.

En los últimos años de la secundaria hizo títeres y teatro en talleres municipales, y luego ya instalado en La Plata estudió la carrera de trabajo social y algo de teatro. «El interés en lo social comenzó al hacer obras de títeres en los barrios, después comencé a militar en el MST, y en definitiva la experiencia en los barrios es lo que más me interesa», comenta Arizcuren.

Pero la carrera universitaria quedó en el camino. «No puedo estar cuatro horas sentado estudiando; soy hiperactivo. Y aunque todo el mundo puede recibirse, yo no puedo terminar los procesos institucionales».

Pero la carrera universitaria quedó en el camino. «No puedo estar cuatro horas sentado estudiando; soy hiperactivo. Y aunque todo el mundo puede recibirse, yo no puedo terminar los procesos institucionales».

En su vida de estudiante, como tantos otros vendió diarios y ensalada de frutas, hasta que a partir de la militancia entró en un círculo de obreros y lentamente ingresó en la albañilería.

En su vida de estudiante, como tantos otros vendió diarios y ensalada de frutas, hasta que a partir de la militancia entró en un círculo de obreros y lentamente ingresó en la albañilería.

«Estar en un medio obrero me dio un método y la conciencia de la colaboración: a no ir tarde no por el patrón, sino porque el compañero tiene que laburar por vos».

«Estar en un medio obrero me dio un método y la conciencia de la colaboración: a no ir tarde no por el patrón, sino porque el compañero tiene que laburar por vos».

En la ciudad de las diagonales volvió a pintar y comenzó un taller con estudiantes de trabajo social y empezó a unir el arte y la política.

En la ciudad de las diagonales volvió a pintar y comenzó un taller con estudiantes de trabajo social y empezó a unir el arte y la política.

El grito de los murales

El grito de los murales

«Hay que recuperar las calles y empezar a afrontar la discusión cara a cara con la gente; hay que salir de las galerías y los museos, que en realidad son espacios marginales, que mueven siempre el mismo grupo de gente», define muy seguro Arizcuren.

«Hay que recuperar las calles y empezar a afrontar la discusión cara a cara con la gente; hay que salir de las galerías y los museos, que en realidad son espacios marginales, que mueven siempre el mismo grupo de gente», define muy seguro Arizcuren.

Ignacio y sus compañeros forman un grupo de trabajo muralista que denominaron 'Los brazos y las brasas', y en el que «es tan importante el que hace el asado como el que pinta o el que toca la guitarra, y esa conciencia de grupo es la que nos une».

Ignacio y sus compañeros forman un grupo de trabajo muralista que denominaron 'Los brazos y las brasas', y en el que «es tan importante el que hace el asado como el que pinta o el que toca la guitarra, y esa conciencia de grupo es la que nos une».

En su vida y su proyecto no separa el arte y la política. «La izquierda debería aprovechar más el arte, porque la derecha lo usa y lo hace muy bien. Nosotros queremos llenar de arte a la política. Todavía no tenemos fuerza para hacer política desde el arte, entonces, en los cortes de ruta o en los piquetes generamos centros culturales, ya que la gente está ahí todo el día».

En su vida y su proyecto no separa el arte y la política. «La izquierda debería aprovechar más el arte, porque la derecha lo usa y lo hace muy bien. Nosotros queremos llenar de arte a la política. Todavía no tenemos fuerza para hacer política desde el arte, entonces, en los cortes de ruta o en los piquetes generamos centros culturales, ya que la gente está ahí todo el día».

No tiene reparos en declararse «piquetero», aunque no comulgue con ninguna de las corrientes más conocidas.

No tiene reparos en declararse «piquetero», aunque no comulgue con ninguna de las corrientes más conocidas.

Sus cuadros recientes son en general de gran porte -realizados con elementos de descarte- imágenes mas bien expresionistas en las que se confía más en el trazo y el color que en los detalles. Sus motivos recurrentes hacen referencia al festejo, a las murgas, «al agradecimiento, al brindis, al ser conciente de lo importante que es estar vivo».

Sus cuadros recientes son en general de gran porte -realizados con elementos de descarte- imágenes mas bien expresionistas en las que se confía más en el trazo y el color que en los detalles. Sus motivos recurrentes hacen referencia al festejo, a las murgas, «al agradecimiento, al brindis, al ser conciente de lo importante que es estar vivo».

Admira a Marc Chagall y a Van Gogh, más allá de que disfruta de toda obra a la que se le haya dedicado trabajo. Y entre los argentinos destaca el muralismo de Berni, y su búsqueda en lo social y lo político.

Admira a Marc Chagall y a Van Gogh, más allá de que disfruta de toda obra a la que se le haya dedicado trabajo. Y entre los argentinos destaca el muralismo de Berni, y su búsqueda en lo social y lo político.

«El arte no se encuentra en un lugar cerrado; el arte fluye, nace en cualquier disciplina, por ejemplo, en el discurso de un obrero», y destaca que «la primera lucha es por la comida, por el trabajo, pero nunca hay que perder de vista la motivación del arte, porque es lo que permite la sensibilización».

«El arte no se encuentra en un lugar cerrado; el arte fluye, nace en cualquier disciplina, por ejemplo, en el discurso de un obrero», y destaca que «la primera lucha es por la comida, por el trabajo, pero nunca hay que perder de vista la motivación del arte, porque es lo que permite la sensibilización».

«Hay que enseñar a los chicos la inteligencia del arte, de la creación, de la risa, del buen trato, de la solidaridad –que es básica para desarrollarse en plenitud-«, sentencia.

«Hay que enseñar a los chicos la inteligencia del arte, de la creación, de la risa, del buen trato, de la solidaridad –que es básica para desarrollarse en plenitud-«, sentencia.

«Lo que yo hago, no es de mi propiedad. Lo que pintás no salió de tus manos ni de tu cabeza, sino de todo lo que viviste, de lo que aprendiste, de la lucha de otros. Hubo mucha gente que se jugó la vida para que nuestra cultura aún exista; y eso es una responsabilidad. No podés olvidarte de estas cosas; no podés usar sólo tu talento, hay que trabajar mucho».

«Lo que yo hago, no es de mi propiedad. Lo que pintás no salió de tus manos ni de tu cabeza, sino de todo lo que viviste, de lo que aprendiste, de la lucha de otros. Hubo mucha gente que se jugó la vida para que nuestra cultura aún exista; y eso es una responsabilidad. No podés olvidarte de estas cosas; no podés usar sólo tu talento, hay que trabajar mucho».