¿Y si se modifica la hora?

Por Miguel Angel Rouco

La precipitada medida de disminuir la tensión eléctrica no sólo no solucionó los problemas de suministro, sino que puso en evidencia las profundas diferencias y la falta de coordinación que existe en el gobierno para atacar el problema

Que se baja la tensión, que se aumenta el GNC, que se racionaliza su uso, todas decisiones precipitadas que hubo que dar marcha atrás. La baja de tensión genera más perjuicios que beneficios.

Si se busca racionalizar el consumo eléctrico existen medidas mucho más inocuas.

Primero, se puede cambiar el huso horario.

Segundo, se pueden suspender espectáculos nocturnos que consumen gran cantidad de electricidad.

Tercero, se puede inducir a disminuir todos los gastos superfluos.

Pero en este marco, la crisis da para más: se importará gas boliviano un precio superior al que se paga en el mercado doméstico, fueloil de Venezuela, en momentos de una suba fuerte del crudo y energía del Brasil.

La Argentina, atravesando una severa situación financiera derivada del default, con los mercados cerrados, ¿puede darse el lujo de gastar los pocos dólares para importar insumos que se producen en el país y que existen en cantidades abundantes? ¿Por qué no se permitió invertir hace dos años en nuevos gasoductos y líneas de transmisión para utilizar los recursos propios?

Preguntas y más preguntas que nadie en el gobierno está en condiciones de responder.

Aun sabiendo que no iba a haber gas, las autoridades se lanzaron a incentivar el uso del fluido en todo el sistema automotor.

El actual ministro del Interior y entonces ministro de la Producción, Aníbal Fernández, presentó en el Congreso Nacional el 20 de noviembre del 2002 el Plan Industrial de Utilización de Gas Vehicular por el cual se pretendía pasar toda la motorización del transporte automotor de pasajeros mediante el uso del GNC. Ahora se marcha en sentido contrario.

La crisis energética ya está entre nosotros y parece que se va a quedar durante varios meses.

Es la consecuencia de la falta de previsión y de pericia de la dirigencia política para tratar el tema del cual ya se contaba con avisos, advertencias y pronósticos desde comienzos del 2002.

El cambio del huso horario es una buena herramienta para modificar los actuales niveles de consumo eléctrico.

(DyN)