Conflicto en Sanatorio del Sol de Bariloche: reclaman subsidios a la Provincia
La crisis por falta de pago de salarios y aguinaldos lleva 70 días. Los trabajadores piden una solución urgente y una intervención más activa del Estado.
Los trabajadores del Sanatorio del Sol reclaman una intervención más activa del gobierno provincial y la opción de que abone los salarios adeudados mediante subsidios como lo hizo en 2015 con los empleados del frigorífico Arroyo.
El conflicto en el sanatorio de Bariloche lleva 70 días y hoy junto con gremios de la CGT los empleados afectados (que suman 275 entre trabajadores en relación de dependencia y médicos) tenían pensada una manifestación en el Monolito para hacer visible su reclamo pero debió suspenderse por la intensa lluvia.
El reclamo es por unos 20 millones de pesos en salarios y aguinaldos que les adeuda la empresa, cuya sociedad integran médicos de la ciudad, con Miguel González Robinson como accionista mayoritario.
“El Estado cuando quiere saca subsidios para los trabajadores”, reclamó anteayer Esteban Romero, delegado de sanidad en la CGT, quien hizo alusión a los aportes no reintegrables que la provincia realizó para pagar los salarios de unos 90 trabajadores del frigorífico Arroyo durante tres meses.
En ese entonces, el gobernador Alberto Weretilneck auxilió a los empleados afectados y abonó 3 millones de pesos para cubrir los sueldos, además de otorgar junto a Nación, 10 millones de pesos no reintegrables a la empresa que finalmente vendió el frigorífico.
Ahora la provincia adquirió otra actitud y ofreció 90 días atrás un crédito de 10 millones de pesos a través de Río Negro Fiduciaria para los propietarios del sanatorio para que puedan pagar los sueldos adeudados pero por la falta de documentación e interés de la empresa societaria, no se concretó hasta el momento.
En el gobierno evalúan los subsidios a los trabajadores afectados como una opción pero aún lejana. “Ante la falta de formalidad de la empresa, la única salida es esa”, admitió ante este diario una alta fuente del gobierno.
Ayer la gobernadora electa Arabela Carreras cuando fue interceptada por los trabajadores en un acto de la Policía en el Centro Cívico, dijo que la provincia dispone de los fondos “en calidad de préstamo” pero que se requieren “garantías para su devolución”. Carreras comprometió reunirse con los afectados para interiorizarse de la situación y buscar una eventual salida.
El gobierno está disgustado con los propietarios del sanatorio porque a pesar de que se flexibilizaron las exigencias para que accedan al préstamo, no cumplen con la documentación exigida. Algo distinto ocurrió con el Sanatorio Río Negro de Cipolletti que obtuvo un crédito similar.
Los trabajadores del sanatorio cuestionan que el gobierno no advierta la gravedad de este conflicto, que si bien es privado, afectaría a la población en general por tratarse de un servicio de salud, especialmente por las prestaciones a obras sociales estatales y por las camas de internación, un tema complejo en la ciudad y que siempre está al límite.
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