Bariloche apuesta a sumar también con la industria audiovisual

Haberse convertido en un polo turístico de primer orden a nivel nacional e internacional, ofrecer paisajes de reconocida belleza y atraer a miles de visitantes ya no es suficiente para dinamizar la economía de la ciudad.

Bariloche multiplicó mucho su población y tiene asumido que las actividades alternativas son indispensables si el plan es atraer inversiones de otro tipo y asegurar nuevas fuentes de empleo. Un proyecto en esa línea es el Parque Tecnológico Industrial, que está en pleno desarrollo. Pero no es el único.

Otra variante con futuro es el de las producciones audiovisuales, que son altamente demandantes de mano de obra y encuentran en el ámbito local a personal capacitado en producción, asistencia técnica y también actores de alto nivel, que complementan un insumo imposible de fabricar: la nieve, los lagos, los bosques y montañas que son valorados en todo el mundo.

Durante años se filmaron en la zona publicidades, documentales, series y largometrajes de ficción sin mayor regulación. A lo sumo las productoras pagaban un canon a Parques Nacionales si usaban esa jurisdicción.

Ahora el municipio comenzó a establecer un marco jurídico propio, a partir de la creación de la Comisión Fílmica Bariloche, orientada a ordenar la industria audiovisual y convertirla en un nuevo recurso económico para la ciudad.

La concejal Claudia Contreras fue la principal impulsora de la ordenanza y actualmente integra la comisión, junto a un representante del Emprotur, otro del Ejecutivo municipal y dos de asociaciones civiles locales dedicadas a la actividad audiovisual.

Explicó que además de la contratación de técnicos de la ciudad, las producciones fílmicas argentinas o extranjeras que eligen Bariloche “pagan traslados, alojamiento, catering y otros servicios”, de modo que hay un beneficio diversificado.

Según Contreras, está calculado que el 35% del presupuesto de una película se vuelca de distintas formas en el lugar elegido para el rodaje.

Tatiana Cannistraci, integrante del Cluster Audiovisual Bariloche y miembro de la comisión fílmica, agregó que en los últimos tres años las producciones de distinto tipo que pasaron por Bariloche dejaron más de 102 millones de pesos entre sueldos, contratación de equipamiento y otros gastos en la ciudad (ver aparte)

La comisión creada por ordenanza funciona desde noviembre pasado y lleva el nombre de Film Commission Bariloche. Ante la sorpresa que generó la denominación en inglés, Contreras explicó que se trata de un estándar internacional. “Se llaman así en el país y en todo el mundo” refirió. A nivel nacional existe la Film Comission Argentina, que depende del Instituto de Cina (Incaa) y trabaja en el acompañamiento y la facilitación de rodajes en todo el país.

Entre otras tareas inmediatas, la Commission barilochense se propuso crear un registro municipal de técnicos, profesionales e idóneos audiovisuales. De acuerdo con un primer sondeo los técnicos capacitados son más de 70, dijo Cannistraci.

Además de los paisajes de montaña, la variedad de ambientes y las bellezas propias de “las cuatro estaciones”, Contreras destacó que Bariloche cuenta con un aeropuerto internacional y una cantidad de plazas hoteleras “que muy pocos pueden ofrecer”.

Cannistraci dijo que las producciones importantes suelen llegar con 100 ó 120 personas y se quedan cinco semanas, mucho más que un turista promedio. Por eso gestionan también un acuerdo con la Asociación Hotelera para lograr precios promocionales.

“El objetivo de todas las acciones es generar empleo y movimiento económico”, explicó.

Desde la comisión también iniciaron contactos con Parques Nacionales con el fin de que ese organismo baje el canon de filmación, que hoy constituye una desventaja competitiva con otros escenarios similares, por ejemplo en Chile.

Contreras detalló que Parques Nacionales cobra 3.000 dólares por filmación, aunque tiene una tarifa algo menor para películas no comerciales. En el parque Puyehue les cobran apenas 105 dólares.

El municipio sólo regula dentro del ejido y la tasa más alta es de 30 mil pesos. Pero la idea es unificar ,porque el productor cinematográfico no entiende de jurisdicciones y se pregunta por qué en la cabecera norte del lago Gutiérrez le cobran esa suma y si quiere ir un poco más allá debe pagar hasta cinco veces más.

A Bariloche llegan habitualmente productoras europeas de cortos publicitarios que buscan paisajes similares a los de sus países de origen. También se rodaron en la ciudad y sus alrededores algunos largometrajes reconocidos como Wakolda (sobre las andanzas del criminal nazi Josef Mengele), Diarios de Motocicleta (dirigida por el brasileño Walter Salles, que recrea el viaje iniciático del Che Guevara) y El Aura, un filme de suspenso con Ricardo Darín. También en fecha más reciente sirvió de escenario para el filme El Azote, de José Celestino Campusano.

En 2010 fue recordada la presencia de la estrella Kristen Stewart (Crepúsculo), que se instaló varios días en Mascardi para filmar escenas de “En el camino”. Otro de los equipos importantes fue el que rodó para Netflix en locaciones de Bariloche la película “Operación Final”, sobre el secuestro del jerarca nazi Adolph Eichmann.

El Concejo Municipal aprobó el año pasado la ordenanza 2934, impulsada por el oficialismo para aportar al ordenamiento de las producciones de cine, video, televisión, fotografía, formato multiplataforma y publicidad que se realizan en Bariloche.

Crea en el artículo 1 la Comisión Fílmica, le encarga como misión principal la de “impulsar estrategias para el desarrollo de la actividad audiovisual” y designa como autoridad de aplicación a la Subsecretaría de Cultura.

También define la fijación de un canon municipal y establece las multas para quienes produzcan filmes en la jurisdicción municipal sin autorización. En el caso de las películas publicitarias y largometrajes comerciales pueden llegar a los 84.000 pesos por día.

En sus fundamentos la ordenanza señala la importancia de “regular y consolidar” la actividad audiovisual y subraya que en Bariloche funciona como una “industria hermana” del turismo. También sostiene la necesidad de “” generar las condiciones necesarias para atraer inversiones” en esa materia.

La Comisión lanzó hace pocos días un concurso público para la creación del logotipo de ese organismo. Las propuestas se pueden enviar por correo a barilochefilmcommision@gmail.com hasta el 9 de agosto. El premio en juego es de 20 mil pesos.

La industria audiovisual ya genera un movimiento económico importante en la ciudad que se podría multiplicar todavía más, según afirman desde la Film Commission.

Los únicos indicadores existentes los elaboró el Cluster Audiovisual y, si bien no son exhaustivos, alcanzan a brindar una idea del potencial económico del sector para la ciudad.

Según ese relevamiento, en 2016 hubo una inversión por producciones filmadas en la ciudad de 39,8 millones de pesos. En valores de entonces unos 2,5 millones de dólares.

De ese total se pagaron en salarios 5,7 millones y 33,3 millones en contrataciones de alojamiento, catering, transporte y locaciones.

En 2017 el registro dio 16 millones de pesos (2,7 millones en salarios y 14 millones en otras inversiones), aunque esa cifra subiría sustancialmente si se agrega el filme Operación Final, que quedó afuera del recuento porque la productora no brindó datos. En 2018 la actividad dejó en Bariloche otros 46 millones de pesos, de los cuales 6,2 millones fueron salarios y 40,3 millones en otras contrataciones.