Cómo afecta a la región el acuerdo con la Unión Europea
Las economías regionales como la fruta, los vinos y la producción ganadera se verán beneficiadas con este tratado de libre comercio en un mediano plazo.
Hay euforia en el gobierno por el acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur, que lo considera un trampolín para las economías regionales. Pero los resultados no se verán sino en mucho tiempo.
Las asimetrías económicas, fiscales y comerciales entre ambos bloques son enormes.
En principio todas las frutas de la región, los vinos y la producción ganadera al sur de la barrera del río Colorado se verán beneficiadas con este tratado de libre comercio en un mediano plazo.
En la actualidad el Valle exporta peras y manzanas hacia los mercados de la Unión Europea por un valor en torno a los 90 millones de dólares. Los niveles de aranceles llegan hasta el 8% dependiendo de las fechas en que ingresa la fruta en este mercado y los valores que consolidan en destino los exportadores. Según pudo saber “Río Negro”, la liberación de estos aranceles se concretará en forma progresiva y en un plazo no menos a los 10 años.
Los efectos de este acuerdo sobre las carnes patagónicas serán indirectos. Argentina proyecta con esta firma incrementar sus exportaciones bajando las presiones de la oferta cárnica en el mercado interno local. Esto tendrá un efecto inmediato que es la suba de precios y uno, de mediano plazo, que será el incremento del stock ganadero del país, inclusive en tierras al sur del Colorado.
“Apoyamos con mucha expectativa este acuerdo, pero deberíamos intentar resolver nuestra agenda interna, todavía pendiente. Un nuevo convenio sanitario con Brasil y la eliminación de las retenciones es algo que no puede esperar”, reflexionó el secretario de Fruticultura de Río Negro, Carlos Banacloy, al ser consultado por el tema. El funcionario considera que fue un error no consultar a los distintos sectores de la actividad antes de cerrar el acuerdo.
Por su parte el gerente general de la CAFI, Marcelo Loyarte, destacó que “hay mucho hermetismo sobre los firmado y recién el lunes tendremos algunas precisiones sobre los beneficios de este acuerdo”. Loyarte se manifestó optimista, remarcando la necesidad de llevar a cero los aranceles en el comercio internacional.
Pero la realidad, y la experiencia que se tiene sobre este tipo de acuerdos internacionales, indica que hay que esperar la normativa general -y las particulares- y ver el tratamiento y los plazos que tienen cada una de las posiciones arancelarias argentinas en ese enorme mercado europeo, para terminar de definir quién gana y pierde con este nuevo tratado.
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