Juan Ingaramo en Roca: desprejuiciados son los que vendrán…

¿Querés saber lo que es un músico sin fronteras? Entonces tenés que verlo a Juan Ingaramo, quien por única vez estará en la región: esta noche, después de las 21, en Distrito CC, de Roca. Lo hará en formato trío, junto con Pedro Bulgakov en batería y León Peirone en guitarra.

El músico cordobés, radicado hace más o menos diez años en Buenos Aires y en pareja con la actriz Violeta Urtizberea (lo que lo convierte en yerno de Mex), no tiene fronteras. Ni musicales ni terrenales.

Protagonista imprescindible de la nueva escena de la canción de eso que antes llamábamos rock nacional, Ingaramo plantó bandera en el pop y le hizo justicia: el primero de sus hasta ahora tres discos se llama “Pop Nacional” (2014). Nadie hasta ese momento le había dado tal entidad. Siempre hablamos de rock nacional, pero nunca de pop nacional, aún cuando sobraban argumentos (y bandas) para hacerlo. Y fue desde ese lugar que edificó un sonido desprejuiciado de todo concepto o género.

Y tanto lo es que este año editó otros dos singles: el latinísimo «El campeón», donde su voz se funde con una ascendente guitarra española; y «Romeo y Violeta», una bachata de su autoría que le dedica a su mujer.

Desinteresado de toda zona de confort, en el último de sus tres discos, “Best Seller” (2018), que presentará esta noche en Roca, se sumerge en el trap con libertad y, como dijimos, sin prejuicio alguno. “Los discos reflejan la búsqueda de cada momento”, dice Ingaramo durante una charla telefónica con “Río Negro”.

Y de éste en particular, el músico destaca que se hizo “sin mucho pensamiento, sino que de manera más intuitiva que cerebral, con los sonidos que me gustan hoy y con canciones que me representan. Creo que esa es la clave”.

¿Qué es lo que le gustó del trap? “Lo escucho desde afuera porque no considero que yo haga trap”, aclara antes de explicarse. “Me parece que sobresale por la novedad del sonido, del discurso y de la arquitectura de su música y el hecho de ser diferente a lo que veníamos escuchando. Pero sobre todo porque es el discurso propio de las nuevas generaciones, veo algo interesante ahí”.

A Ingaramo no le interesa hablar de géneros porque no cree en ellos como representativo de algo. Desde ese lugar habla del trap cuando sostiene: “No sé si es un sonido que pueda tener algo más para dar, eso está por verse, pero sí sé que trata sobre lo que está sucediendo ahora con el sonido y en ese sentido merece mi respeto y mi atención como artista”.

Cuando habla del trap, Ingaramo evita la cuestión de género musical porque cree que ya no existe tal cosa. O al menos no es algo que a él le interese demasiado. «No sé si tiene que ser como antes cuando los géneros marcaban pautas y duraban décadas», dice acerca de la vitalidad del trap. «Ahora cambiaron mucho los paradigmas de época. Analizar lo que ocurre ahora con los parámetros del siglo pasado me parece un error».

Es evidente que hay un desprejuicio y un uso más libre de los sonidos. «Sin dudas que la música va hacia eso», apunta. «Los géneros tal cual los conocemos son muy restrictivos al momento de crear». ¿El pop tiene una flexibilidad estética y sonora?, le preguntamos. «Sin dudas, sobre todo comparado con el rock», sostiene Ingaramo.

El trap se caracteriza por el uso (y casi siempre abuso) del autotune. Ingaramo lo usa sin abusar, de un modo acaso más estético que en el trap ortodoxo. “Es como un color dentro de la música, un pedal de efectos, lo veo como un elemento estético que coincide con la época. Cada época tiene su sonido y el de esta época es el autotune. En mi caso no lo usé en este disco como algo manifiesto”.

“Best Seller” cuenta entre sus colaboradores con lo más granado del trap argentino: Dakillah y Ca7riel acompañan a Ingaramo en “Fobia”, LOUTA y Neo Pistea aparecen en “Ladran”. Pero hay un tema que, podríamos decirlo así, desentona: “Quererme” linkea con lo que conocemos como canción de rock nacional. Los acordes de piano que abren el tema y acompañan la voz de Ingaramo suenan a Páez. “Fue un impulso que tuvimos con Nico Cotton, mi productor”, revela el músico. “Lo empezamos a armar, nos gustó y me pareció que estaba bueno que estuviera porque relacionaba directamente a este disco con los anteriores míos. También era como mimar a ese público al que le gustaban más las canciones anteriores (risas). No es el sonido que más me moviliza, como que la adrenalina la encuentro en otros sonidos que te ponen en riesgo. Pero es el tema que más le gusta a mis amigos músicos (más risas)”.

Cuarteto y después: la nueva escena cordobesa

Cuando Juan Ingaramo se fue de su Córdoba natal, la escena musical seguía dominada por los parámetros del cuarteto y, muy por detrás, el rock. Lo demás existía, sí, pero era el submundo. Sin embargo, de un tiempo (breve, pero tiempo al fin) la cosa cambió.

«Me fui detrás de una búsqueda personal», cuenta Ingaramo. «No tuvo que ver con la ciudad en sí ni con que yo hubiera agotado posibilidades en Córdoba. Pero casi no había escena que no fuera la rockera/cuartetera, aunque la rockera era muy chica de todas maneras».

Casi diez años después, Ingaramo ve otro panorama: «Se empezó a armar una escena alrededor de Discos del Bosque, sello del cual fui parte junto a De la Rivera, Hipnótica, Rayos Láser… De golpe, se empezó a armar una escena a la cual yo sentía que tenía que volver porque, era muy loco, yo era cordobés pero vivía afuera. Eso fue la semilla de lo que es hoy Córdoba, una plaza de mucho público con avidez por música nueva: van a shows, compran discos, arman fiestas».

¿Qué tanto tuvo que ver el cuarteto en la hegemonía cordobesa? «Puede ser que el cuarteto haya acaparado la energía productiva y los aparatos de difusión porque es una música súper fuerte y muy representativa y popular», reflexiona. «Pero también creo que el surgimiento de esta escena de la que hablamos tiene que ver con el desarrollo de internet, el surgimiento de las redes sociales y una democratización de los medios, que no es necesariamente Cadena 3 pasándote Los Nocheros o La Mona. Lo mismo pienso que pasó en Mendoza, que también construyó una escena actual que hasta no hace mucho no existía ni por casualidad».

Juan Ingaramo en Distrito: lo que tenés que saber

Lugar: Distrito CC (Av. Roca y Brasil), de Roca.
Día y hora: este viernes a las 21.
Banda invitada: Trapero Espacial (Centenario).
Entradas: $400 anticipadas, $440 por sistema y $500 en puerta.
Puntos de venta: Hey Jude Instrumentos (Italia 1542) y por sistema a través de alpogo.com.