Un hogar de menores de Allen corre el riesgo de cerrar sus puertas

ALLEN (AA).- La falta de acompañamiento y de interés de vecinos y socios del hogar abierto Panaced de esta ciudad, sumado a la crítica realidad de escasez de recursos que mantiene en pie la institución, pone en peligro la continuidad del centro donde recibe contención y enseñanza más de medio centenar de niños y adolescentes.

A la última asamblea realizada a fines de diciembre fueron muy pocos los asociados que asistieron y los puntos centrales sobre el manejo del hogar no pudieron ser tratados. Es por esto que se convocó a un nuevo encuentro para mañana lunes a las 20, donde se elegirán nuevas autoridades para integrar la comisión directiva.

Irene Corihuala, la titular del Panaced desde el año 2000, hizo hincapié en el nuevo llamado y reiteró la convocatoria destinada a socios y no socios, y vecinos interesados, a fin de poder «ayudar entre todos» al hogar.

El Panaced recién desde el último tiempo está instalado en su propio edificio, pese a que posee casi 10 años de vida. Se inició como un programa de asistencia social a niños y jóvenes que atraviesan circunstancias especialmente difíciles y en el camino se fue transformando en un hogar de puertas abiertas.

Los chicos que asisten reciben el almuerzo y refrigerio y también obtienen en forma gratuita clases de apoyo escolar y convivencia. Todos los niños «están escolarizados», se resaltó, dado que la premisa fundamental que persigue la asociación es fomentar la educación en los chicos y reinsertarlos a las escuelas.

La asamblea se hará en las instalaciones del hogar Panaced a las 20, y allí se tratarán cuatro puntos centrales: la elección del presidente y vicepresidente, la elección de vocales titulares y suplentes, también de dos revisores de cuentas y se pondrá a consideración la cuota de los socios.

Corihuala resaltó que «es importante que los socios acudan ya que todos ellos tienen voz y voto para ser miembros de la comisión directiva. La no formación de la misma puede hacer peligrar el funcionamiento de la institución», advirtió.

Además del pago de cuotas voluntarias de los asociados -que van desde los dos pesos mensuales en adelante- y eventuales donaciones, el hogar cuenta con un subsidio provincial como ingreso, aunque su llegada suele ser muy esporádica. «El subsidio que envía Minoridad y Familia de la provincia viene muy atrasado, a veces llega de un año para otro», indicó la directora.

Por esta razón, la falta de recursos para sostener el centro se convierte en una constante a la hora de diseñar políticas de manejo del hogar. Algunos de los proyectos que permanecen en carpeta se vinculan a la posibilidad de ofrecer talleres de capacitación con salida laboral a los más grandecitos, pero en la práctica esto se hace aún muy difícil de implementar.