Respaldo empresarial en Vaca Muerta para la fórmula Macri-Pichetto
Fue la primera aparición pública de ambos. No compartieron escenario pero viajaron juntos a Neuquén. El presidente pidió replicar el modelo de “sana competencia” que vive la provincia.
No hubo foto conjunta, ni siquiera un apretón de manos, pero la flamante fórmula presidencial de Mauricio Macri y Miguel Ángel Pichetto se llevó ayer todas las miradas en la Experiencia IDEA Vaca Muerta que se realizó en el casino de Neuquén. Frente a la plana mayor del empresariado con presencia en los yacimientos de la provincia, los dirigentes intercambiaron loas y recibieron generosos aplausos en lo que pareció la bendición de buena parte del establishment para la receta reeleccionista.
“Estoy muy contento de que me haya dicho que sí. Me acompaña un patriota y es lo que necesitamos: gente honesta que quiera lo mejor para los argentinos”, aseguró el presidente al cerrar la actividad, cuando los entrevistadores se permitieron correrlo de la agenda petrolera que los convocaba para hablar “del elefante en la habitación” que había estado recorriendo los pasillos durante toda la jornada.
Macri y Pichetto volaron a Neuquén en el mismo avión y compartieron “una larga charla” (la más extensa en los últimos tres años y medio, según afirmó el mandatario), pero ingresaron separados. Al senador rionegrino lo esperó un tumulto de periodistas en uno de los corredores del hotel casino y se tomó unos minutos para hablar antes de subir al escenario para el panel que le organizaron especialmente.
Iba a participar en uno junto al petrolero Guillermo Pereyra, el secretario de Energía de la Nación, Gustavo Lopetegui, y el exsecretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, pero terminó con una charla a solas con el gerente general de “Río Negro”, Tomás Reinke, como moderador.
“Pensamos que dos personas del oficialismo era demasiado así que va a venir más tarde”, anunció el presentador ante el aplauso risueño de los empresarios presentes.
Pichetto fue el segundo hombre más esperado de la jornada y quien opacó la presencia de los dirigentes cambiemistas locales, relegados a un lugar de espectadores en el grueso de los asistentes. El único hombre de ¿Cambiemos? que ostentó cierto lugar protagónico ayer fue el intendente Horacio Quiroga, quien brindó un discurso de bienvenida a los presentes y fue el encargado de escoltar al ahora candidato a vice en su llegada.
Para Macri fue un escenario inmejorable para la presentación en sociedad de la fórmula, no sólo porque se encontró con un público receptivo, sino porque Vaca Muerta es una de las pocas vidrieras exitosas que el gobierno nacional tiene para mostrar. Ni siquiera pudo hacer mella el reclamo de los estatales de ATE, quienes se manifestaron sobre la multitrocha en repudio a la visita, sin posibilidad de acercarse a la comitiva oficial.
“Cuando me dijeron que pensaban traer acá el precoloquio de IDEA dije que me parecía una genialidad. En cada visita que he hecho a Vaca Muerta digo que no me quiero ir porque acá se vive un ambiente de excitación, de sana competencia”, afirmó.
Durante su intervención, que se extendió por poco más de media hora, enumeró los “valores a tener en cuenta” para potenciar el desarrollo de Vaca Muerta entre los que incluyó “la inteligencia para no repetir errores del pasado, la constancia para no cansarnos de hacer las cosas que funcionan y la humildad para entender que no somos especiales sino muy buenos y podemos hacer las cosas muy bien”.
Insistió en la necesidad de establecer el desarrollo de Vaca Muerta como “política de Estado” y apuntó a “ser previsibles” para no cambiar las reglas de juego. Anticipó que se está trabajando en un proyecto de ley para regular la exportación de gas que “en breve va a estar listo”.
El principal aplauso de la sala, sin embargo, se lo llevó al hablar de su compañero de fórmula. “Encontré en él a una persona que piensa primero en los argentinos, en la Patria y en la gobernabilidad antes que en su persona o en su partido”, dijo sobre Pichetto.
Antes, el hombre del PJ le había dedicado a Macri similar gentileza: “el mejor activo que tiene el gobierno nacional es el presidente”.
El senador y precandidato a vicepresidente, Miguel Ángel Pichetto, ingresó al hotel casino junto al intendente de Neuquén, Horacio Quiroga. “Estoy muy conforme”, repitió el jefe comunal sobre la decisión del presidente de incorporar al peronista a la fórmula, con quien se mostró por demás amigable.
Otro que aguardó al rionegrino para saludarlo fue el interventor de la Uocra, Víctor Carcar, con quien dijo tener “una relación personal muy buena y de amistad”. Ambos se abrazaron en el pasillo y el encuentro obligó al intendente local a darle la mano al dirigente de la construcción en un momento incómodo para el gremio.
El tiroteo en el yacimiento de Shell todavía es reciente -”aún hay siete personas” tomando el edificio de Uocra en la capital- y el presidente de la compañía en Argentina, Sean Rooney, hizo mención al acontecimiento como “inaceptable”. También el gobernador Omar Gutiérrez envió su “más enérgico repudio” y se cuestionó “vaya a saber por qué se busca generar incertidumbre”. Carcar aseguró a este diario que “debe intervenir a la justicia y que la gente responsable se haga cargo”. “No vamos a apañar ningún hecho más de violencia”, aseguró.
En los pasillos y paneles de IDEA también se vio al intendente de Añelo, Darío Díaz, y a su sucesor, Milton Morales. También a algunos miembros del gabinete provincial pero no al exgobernador Jorge Sapag.
Pichetto calificó al evento como “de trascendencia nacional” pues aseguró que Vaca Muerta “da la posibilidad de que el país tenga un desarrollo económico y que la esperanza sea lo que motive a los argentinos y no las frustraciones”. “Me tocó ser candidato en 2015 en Río Negro y se discutía el fracking. Hemos evolucionado y hemos entendido que esto implica recursos y genera trabajo. Tiene un potencial extraordinario y es lo que va a poner a la Argentina de pie”, sostuvo.
Por Mario Rojas
El presidente de IDEA, Gastón Remy, le pidió una definición al presidente Mauricio Macri para ver cómo se podía apostar al largo plazo para evitar que en cada elección se juegue el futuro de Vaca Muerta. El presidente hizo autobombo y dijo que la solución sería “seguir haciendo lo que estamos haciendo”.
El senador Guillermo Pereyra sacó lustre al MPN al indicar que él era un claro ejemplo de que las diferencias quedan atrás cuando se tiene un presente aliviado. Dijo que se había enfrentado a Jorge Sapag a quien le reconoció ser pionero en inventar Vaca Muerta y que, ahora, luchan juntos por su desarrollo.
El pase del jefe de la oposición parlamentaria, Miguel Pichetto, a las huestes de Macri es una muestra de que “ahora somos todos compañeros” como fue la humorada del petrolero. En el libro del buen emepenista el salto hacia adentro es festejado pero hacia afuera es denostado y castigado con el destierro.
En el Casino Magic faltó sólo Ramón Rioseco para completar el trío de candidatos a gobernador que compitieron en marzo. Horacio Quiroga jugó el papel de referente de Cambiemos en Neuquén y vendió a un empresario para ir al Senado y el gobernador Omar Gutiérrez era el dueño de la pelota al que todos miraban para ver si no se le ocurría sacarla del picadito.
Los empresarios rogaban a gritos bajar los costos, el sindicato les mangueó ayuda para construir viviendas, el gobernador no quiere cambios en reglas de juego. Fue un escenario ideal para pactar y asumir compromisos sin el clima de confort cotidiano.
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