Advierten que el proyecto de Sobisch es inflacionario

NEUQUEN (AN).- Mientras el MPN se dispone a emprender una cruzada para sumar a otras provincias a su reclamo por un aumento del precio del gas en boca de pozo, aun no logra encolumnar a la totalidad de los representantes neuquinos en el Congreso Nacional. Ayer, la diputada nacional del PJ Susana Llambí, cuestionó el proyecto de ley de hidrocarburos que promueve el gobernador, Jorge Sobisch, para determinar el valor del fluido, porque provocará un efecto inflacionario que disminuirá «el poder adquisitivo de los asalariados».

«Una Nación en crecimiento no puede ni debe ni permitir que prosperen proyectos de tan bajo valor ético y jurídico», alertó.

Desde la carpa del MPN, la presidenta del bloque de diputados nacionales, Encarnación Lozano, anticipó que «acompañaremos el reclamo del gobernador y vamos a iniciar gestiones con los legisladores de otras provincias productoras de hidrocarburos para que el reclamo no sea de un solo gobernador». El proyecto de ley de Sobisch divide a los diputados nacionales neuquinos. Aunque de los 5 legisladores que representan a Neuquén en la Cámara de Diputados, el MPN tiene cuatro bancas.

Llambí, en consecuencia, es la única voz disidente. Y anticipó que no acompañará a sus pares del MPN en la ofensiva para liberar el precio del gas en boca de pozo. Es más, afirmó que el proyecto que Sobisch presentó a la Legislatura provincial «es un nuevo intento mediático para confrontar con el gobierno nacional». Para Llambí se trata de una iniciativa de «bajo valor ético» porque «nada, ni siquiera una mayoría circunstancial, legitima la entrega de recursos naturales propios como este proyecto permite». «Con los aumentos de costos que tal proyecto conlleva, los ingresos de los asalariados perderán poder adquisitivo y los ingresos de las petroleras y los lobbistas aumentarán, en una ecuación totalmente contraria a la justicia social y por ende carente de ética», agregó.

Y observó que el proyecto tampoco garantiza un aumento de recursos provinciales como plantea Sobisch. El Poder Ejecutivo neuquino asegura que la provincia pierde aproximadamente 400 millones de pesos anuale por el congelamiento del precio del gas en boca de pozo. Esa tarifa está planchada desde enero de 2002, cuando el gobierno nacional aplicó una devaluación y pesificó el valor del fluido que en ese entonces se pagaba a 1,50 dólares el millón de BTU. Hoy, en cambio, cuesta 0,50 de dólar.

Lozano, por su parte, recalcó ayer que darán pelea en el Congreso Nacional para que el presidente Néstor Kirchner «comience a practicar el verdadero federalismo». Sostuvo que trabajarán para gestionar el apoyo de legisladores de provincias productoras de hidrocarburos y argumentó que la propuesta de Sobisch es legítima porque de Neuquén sale el 50% del gas que se consume en el país.

Llambí desestimó los fundamentos que ha levantado Sobisch, en base a la reforma de la Constitución Nacional del '94, para defender su propuesta. La legisladora recordó que el tema de los hidrocarburos es competencia del Código de Minería que está en sintonía con el texto constitucional nacional. «Hasta tanto el Congreso no sancione un nuevo Código de Minería, que haga operativa la reforma del '94, ésta es inaplicable».