7 puntos para comprender el conflicto con las Universidades

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Hace ya tres semanas que las Universidades del país están de paro. La medida de fuerza afecta a más de 50 instituciones, 190 mil docentes y un millón y medio de alumnos en todo el territorio nacional; cifras que resultan increíbles y ayudan a comprender por qué las movilizaciones son cada vez más masivas. De cara a una gran marcha nacional, que se desarrollará el jueves 30 frente a la sede bonaerense del Ministerio de Educación, tocamos los puntos claves del conflicto. Repasamos, entonces, los 7 ítems fundamentales para comprender la situación.

1 – ¿Qué se reclama?

En primer lugar, el efectivo cumplimiento del presupuesto 2018. Es que además de estar desfasado en relación a la economía actual, el presupuesto aprobado en el Congreso de la Nación aún no fue otorgado por completo.

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En segundo lugar, la mejora salarial para docentes universitarios. Desde las primeras paritarias, el gobierno no se mueve de su oferta aún cuando las federaciones de docentes han rechazado lo propuesto. Lejos de buscar un acuerdo, se han otorgado dos “aumentos por decreto” en mayo y en agosto (este último a abonarse en septiembre); pero aún así no llega a cubrirse el total de la primera oferta.

Por último, un presupuesto 2019 acorde a las necesidades del Sistema Universitario Nacional. Lo advirtieron varias de las autoridades, tanto en la UNComa como en el resto de las Universidades: si el presupuesto del año próximo no se ajusta a la realidad, la situación será crítica.

2 – Un recorte multimillonario

El recorte anunciado de manera oficial ante el Consejo Interuniversitario Nacional es de 3.000 millones de pesos, según el Presupuesto aprobado por el Congreso de la Nación.

Esta medida fue comunicada en marzo, y generó un conflicto tempranero que aún hoy no logra ser resuelto. La comunidad universitaria se manifestó rápidamente en contra del ajuste, pero aún faltaba más…

3 – Un presupuesto retrasado… y desfasado

La Universidad Nacional del Comahue recibió apenas un 63% del presupuesto anual. Así de crudo como suena, es. De los 3.300 millones de pesos pactados, la casa de estudios apenas recibió 2.060, cuando ya encara la etapa final del año académico.

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¿Un detalle? Este presupuesto, aprobado por el Congreso, se realizó bajo el cálculo de una pauta inflacionaria del 10% (cuando está previsto que supere el 30%) y un dólar a 18 pesos. Lejos del contexto actual…

4 – Paritarias, un constante tire y afloje

La última oferta salarial realizada por el gobierno establece un aumento del 15% a repartir en cuotas. Esta propuesta fue rechazada por las federaciones de docentes.

Aún así, el gobierno otorgó en este tiempo sólo un 5% de aumento por decreto en mayo, y otro 5,8% por decreto (y a cuenta de futuros acuerdos) a pagar en septiembre. O sea que desde mayo hasta la última reunión de la semana pasada, pasaron de ofrecer un 15% a otorgar unilateralmente un 10,8%.

5 – Números, números, números…

Más de 1 millón y medio de alumnos se encuentran retrasados en sus estudios, sin la posibilidad de rendir exámenes ni comenzar las cursadas. A eso hay que sumarle que los docentes universitarios de todo el país llevan ya tres semanas de reclamo. En la región, se movilizaron los de la UNCo y la UNRN.

La movilización fue creciendo y en las últimas dos semanas, la mayoría de gremios docentes acompañó el paro. De hecho, varias instituciones primarias y secundarias se plegaron al reclamo por mejoras edilicias y salariales.

6 – El juego del miedo

Como suele ocurrir en cada contexto de crisis, la situación no sólo impactó de manera directa a la comunidad universitaria. Es que también se generó un ambiente de miedo, en el cual resurgen los rumores de un posible arancelamiento universitario.

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Si bien no se ha brindado información oficial al respecto, y la expectativa de las movilizaciones apunta a que todo se arregle, vale comprender que esta situación marginaría a una parte de la población de la posibilidad de acceder a sus estudios.

7 – Consecuencias del conflicto

Además de la masiva cantidad de estudiantes que se encuentran paralizados en sus carreras y los docentes que no perciben mejoras salariales, la situación también generó otros inconvenientes.

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Hubo una detención de proyectos de investigación y peligra la continuidad de las becas estudiantiles. Por su parte, también se registró un leve crecimiento de la deserción estudiantil. En el caso de la UNCo, por ejemplo, debió paralizarse la sede de la Facultad de Lenguas que estaba pactada para este año en Roca.