Fuegos artificiales: sin controles y con falta de conciencia
La llegada del nuevo año fue sin incidentes en Viedma y Patagones, pero la pirotecnia ruidosa volvió con todo.
No se registraron incidentes en los tradicionales lugares públicos de esta capital y la vecina Carmen de Patagones, sin embargo por lo que se vio en el cielo con masivas detonaciones, lo que fallaron fueron los controles de la venta de pirotecnia. En ambas ciudades está prohibida la comercialización de la variedad “estruendosa”.
Los vecinos del barrio Santa Clara de esta capital y los turistas en el balneario El Cóndor tuvieron un festejo muy particular ya que nuevamente se pudo concretar la ceremonia tradicional con la quema de sendos muñecos.
Si bien trascendió que en los últimos días se secuestraron 250 kilogramos de fuegos artificiales por parte de la comuna capitalina, fue notorio que algunos remanentes se guardaron y gastaron para celebrar la llegada del año nuevo.
Por ese motivo, fueron múltiples las quejas de vecinos de diversos barrios al ver que en su mismo sector, mucha manipulaban juegos de artificio ruidoso de dudoso origen.
Aunque fue notoria la cantidad de pirotecnia empleada en la guardia de emergencias del hospital Zatti no se registró el ingreso de heridos por manipulación errónea.
Fabiana Vega del Movimiento Antinuclear Rionegrino (MAR), quien en los últimos días encabezó una serie de manifestaciones junto a los padres de niños con autismo; se mostró consternada con lo ocurrido en las últimas horas.
A su entender “habrá que seguir concientizando a la gente para que no gaste en pirotecnia y desde marzo, iniciaremos una campaña con charlas en las escuelas” en virtud de que no se entiende que “así como hay gente que se divierte, para otros (padres y dueños de mascotas), las fiestas se convierten en una tortura”.
Dijo que “se debe tener paciencia como cuando se utilizó una campaña de concientización contra el hábito de fumar en los lugares públicos cerrados” a la vez que reconoció que hubo varios insultos en su cuenta de facebook a medida de que iba denunciando el mal uso en los barrios.
Desde julio del año pasado, ambas ciudades promovieron ordenanzas que establecen restricciones, cuyo tratamiento en los concejos deliberantes fueron acompañados por unas 3.000 firmas, entre vecinos, padres de niños con trastornos auditivos y organizaciones protectoras de los derechos del animal. Las inquietudes de este numeroso grupo de la comunidad, fueron transmitidas a los intendentes José Luis Foulkes de Viedma, y José Luis Zara de Patagones.
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