Caso OPS, entrevista exclusiva a Mario Cifuentes: “Por supuesto, todo declarado”
Habla por primera vez el empresario que tuvo un boom en la década kirchnerista y es denunciado por “lavar dinero de la corrupción”.
Zona de investigación: el caso ops
Primero dijo que no quería entrevistas ni fotos. Luego retrocedió: aceptó grabadores, pero de ninguna manera cámaras.
A Mario Cifuentes, dueño de la empresa OPS y denunciado en la Justicia Federal por dos legisladores por lavado de dinero de la corrupción, se le conoce sólo una añeja imagen. No es la que devolvió el personaje cuando nos recibió con una camiseta rojo fuego de OPS en su magnífico piso 7, desde donde domina Neuquén capital.
Bigotes, pelo negro, más entrado en kilos, Cifuentes se mostró amable, algo tenso e irónico. No eludió ninguna pregunta sobre su vínculo con notables kirchneristas, las propiedades y el avión que se le atribuyen, los dólares que sacó del país, sus inversiones en Madrid y Argelia, la amistad con el gobernador Weretilneck y una –negada- influencia en el poder rionegrino.
Aquí la versión completa de una conversación de una hora y media con “Río Negro”.
Cifuentes, ¿cómo explica su crecimiento explosivo entre 2003 y 2004?
Explosivo no; crecimiento. Fue entre 2006 y 2007.
A OPS la funda en 2003…
En 2001. Lo que pasa es que se crea con otro nombre: Prisma Mix. La Justicia me lo pide. El crecimiento fue en el sur. Acá nadie vio una máquina.
¿Su primera gran oportunidad no fue en el campo de Benetton, varios años antes?
Sí. Al día de hoy fue el tratamiento ambiental más grande del país.
¿Cómo consigue el contrato?
Como todo, trabajando. Yo trabajaba acá en Neuquén para la empresa San Antonio Pride realizando movimientos de suelo en su base en Rincón de los Sauces. Esa firma justo había creado un departamento ambiental. A San Antonio lo invita Petrobras a una licitación. Mira al costado y pregunta: ¿vos sabés algo de esto? La mayor actividad de esa remediación era movimiento de suelos. Lo analizamos, lo cotizamos juntos bajo el sello de San Antonio y lo ganamos. Tomamos ese trabajo porque, en principio, el presupuesto oficial y la valuación volumétrica era de cierta envergadura. Pero cuando fuimos al campo, ese trabajo se multiplicó por 15. Si de entrada Petrobras hubiese sabido que ese trabajo era tan grande, seguramente las exigencias hubiesen sido otras y nosotros no hubiésemos calificado. Así, un trabajo de seis meses se transformó en cuatro y medio, cinco. Pensaban gastar un millón de dólares y gastaron 70.
Sabemos que usted tiene peso específico sobre sectores sociales y políticos. ¿Se considera influyente?
Nooo. Influyente no. Tengo muchos amigos…
¿Weretilneck es un amigo?
Sí, sí. (…) Mire, le voy a permitir la palabra influencia en el buen sentido de la palabra. Cuando dos amigos hablan, hay influencia de pensamiento, intercambio de ideas. ¿Sabe por qué no tengo negocios en Río Negro? Para poder comer con el gobernador en cualquier lugar público. Yo no me escondo.
¿Usted ha incidido para que gente suya ingrese en cargos públicos relevantes del gobierno de Weretilneck?
Le cambiaría la pregunta. En vez de decir si yo influencié sobre el gobernador, cosa que me parece hasta un poquito fuerte para el gobernador… Le cuento: cuando Weretilneck asume la gobernación, uno de sus problemas era -recuerdo- la compañía de seguros. Tenía un gran problema de organización, era deficitaria, endeudada, quebrada. Y Alberto me preguntó si le recomendaba a alguien para sacar a flote la empresa. Fue el contador Gabriel Sánchez, que era mi número uno en administración y finanzas. Un excelente profesional.
¿Y usted estaba dispuesto a desprenderse de él?
Me desprendí de él en principio por un año, que se estiró a dos. De hecho normalizó la compañía y se vino. No es un político. No le gustan los cargos y se fue.
¿También usted le recomendó a Guillermo Gesualdo?
Gesualdo era gerente de Operaciones. No trabajaba conmigo cuando fue ahí, sino para el gobierno de Jorge Sapag. Y fue a un sector de Energía. Es un excelente profesional. Pero no fue de OPS para allá ni lo recomendé yo. Y es un amigo mío además.
Pero hubo más gerentes suyos que ocuparon puestos importantes en el gobierno rionegrino. Adalberto Balda, por ejemplo.
A Balda lo recomendé yo también.
Por eso, siguió influyendo.
Noooo, influyendo no. Mire, el gobernador llega y necesita gente, me pide recomendación; después cada uno hace…
¿Usted no estuvo interesado en el manejo de Horizonte Seguros?
¿Yo? ¿En tener la empresa? ¡Para nada!
¿Y la empresa de energía Edersa tampoco?
No. Nada que ver. Si me hubiese interesado, hubiese participado en una licitación. No me interesa. No es mi ámbito.
Usted fue muy criticado por pagarle pasajes a Gesualdo…
Sí. A él y a varios más. Es un amigo. Lo invité. ¿Usted no invita a un amigo a comer un asado?
Se trata de funcionario público.
Bueno. Si yo tuviera relación con lo que él manejaba, me lo podrá criticar. Pero no tengo ni tuve nada que ver.
¿Ayudó usted en la campaña de Weretilneck?
Sí. Muchísimo. Siempre le di aliento… además lo voté.
No lo hablamos de aliento. De dinero.
No, la verdad que no. ¿Sabe qué pasa? Esta empresa es grande. Cada centavo que entra pasa por 82 ojos y sale por 120.
¿Plata no?
Plata para campaña no.
¿Ni a él ni a ningún otro gobernante?
No. No aportamos en campañas.
¿Por qué le interesaba el Club Cipolletti? ¿Simple pasión futbolera o una plataforma de poder?
Me está poniendo a la altura de los políticos.
¿No le interesaba ejercer poder?
Nunca formé parte de la comisión directiva. Ayudé porque es el club del pueblo y me siento muy identificado con Cipolletti, donde vivo desde hace 18 años. Cipolletti es muy visible, sale OPS con la camiseta. Pero nosotros ayudamos mucho también a otros clubes e instituciones. Trabajamos mucho por Cipolletti.
¿Sigue aportando al club?
No, no estamos colaborando ahora. Esas cosas que se dan…
Además de OPS, ¿usted tiene 15 sociedades más?
Algunos dicen 25…
¿Cuántas son entonces?
No sé. La verdad no estudié cuántas son. Nómbremelas y yo le digo.
¿Sus empresas siguen abiertas?
Por supuesto. Tengo varias y las tengo en actividad. ¿Sobre cuál de ellas me quiere preguntar?
Geoterra, por ejemplo.
Mire, desde Geoterra trabajé con YPF mucho antes haciendo topografía. Antes de OPS. Sigue en actividad.
¿Dead Cow Shared?
Esa empresa es la que administra a todas.
¿Por qué emitió Dead Cow un cheque sin fondos de 6 millones? Hemos advertido infinidad de cheques sin fondos de sus empresas en estos meses.
Muchísimos. Estamos en convocatoria. Si me pregunta un cheque así, tengo que ir a la contabilidad…
Pero es un monto demasiado alto para no acordarse.
Mire, para que tenga en cuenta: hasta el mes pasado nuestra facturación rondaba los 150 millones de pesos mensuales.
¿Entonces eran una insignificancia esos 6 millones?
No, no. Para mí es mucho y para usted seguramente también, pero para una compañía… Todo está totalmente claro, documentado, declarado; de OPS y de todas las compañías. Tenemos sindicaturas, auditoría internacional, controles por oposición… ¡Somos una empresa organizada!
¿Ha hecho obra pública en general?
– En general no. He hecho algunas.
¿Con Vialidad Nacional?
Sí. La Ruta 40 a Malargüe. Movimiento de suelo y asfalto. Está en ejecución.
Teníamos entendido que se había frenado. Que hubo poca ejecución en relación con lo cobrado.
Bueno, bueno… se lo voy a aclarar. Se trata de dos obras. Que se ganaron el mismo día pero la misma ruta dividida en dos tramos. En uno de esos tramos no se comenzó la ejecución. Se terminó la ingeniería, y están en manos de Vialidad las últimas observaciones. El otro tramo está en ejecución física. Llevamos el 30/35% de obra ejecutada y el 20-22% cobrado. Eso de que habrán cobrado algo más… no. Le puedo asegurar que cobramos mucho menos de lo que hicimos. Esta es una obra atípica, un camino de montaña. No tiene nada pagado que no esté ejecutado.
Se dice que usted fue propietario de dos aviones. Por ejemplo, ¿un Lear Jet 250 fue suyo?
No. Nunca fue mío. Lo alquilé, muchas veces.
¿A una empresa de Macri?
Muchas veces.
¿Y transportó a gente ‘importante’ en esos aviones?
Sí, muchísima. Toda la gente que trabaja conmigo es muy importante.
¿A Jaime?
No lo conozco. Me hicieron un pedido de informes en la Justicia y contesté. ¿Cómo lo voy a transportar en un avión que no es mío? Mire, yo viajo normalmente y he contratado muchos aviones, principalmente en 2002, 2003, 2004, porque las aerolíneas funcionaban mal. Teníamos obras en Río Gallegos. Y alquilar un avión se justificó muchas veces.
¿Por qué cree usted que lo denuncian por lavado de dinero de la corrupción?
(Largo silencio, luego sonrisa). Algo debe haber.
¿Usted es amigo de “Bochi” Sanfelice?
– Sí, sí. Yo nací y me crié en Caleta Olivia. Cuando me casé, le alquilé una casa a Sanfelice. Lo conozco de chico. Mire si lo conozco. Es amigo.
Era socio de Máximo Kirchner…
Sí.
¿Usted hizo negocios inmobiliarios con Sanfelice?
Me habrá asesorado alguna vez en alguna compra. Yo he comprado alguna propiedad en Buenos Aires y le pedí asesoramiento. No otra cosa. Y pagué sus servicios como corresponde.
¿Le ha vendido camiones?
Varios. Más de diez camiones, seguro.
Pero no lo tenemos como transportista a Sanfelice.
Yo se los vendí porque él me los compró y me los pagó. Le vendí camiones a Agosto (la empresa de la mujer de Sanfelice), y también a Julio, Setiembre… al que venga. Nosotros renovamos la flota como cualquier compañía. ¿Qué hace Sanfelice con los camiones? Pregúntenselo a él. No es mi tema. Mientras me los pague…
¿Tuvo usted una casa en Bariloche, que se la vendió a Sanfelice?
Sí. En el kilómetro 14,5. Nunca la tuve en realidad. Compré en un remate los derechos a esa casa.
¿Por qué figura hoy a nombre del Banco Santa Cruz, de la familia Eskenazi?
Sanfelice tendrá que hacer los deberes y transferirla. Si no la declaró, pregúntenle a él.
¿Al gremialista y senador Pereyra o su mujer, también les vendió camiones?
¿Al senador Pereyra? No, nunca le vendí un camión.
¿Se ha reunido con él en España?
Con Pereyra me reúno casi todas las semanas.
¿Son amigos?
No, bueno, la verdad. Yo tengo que tener trato… Es secretario general del sindicato donde tengo 900 personas trabajando. Es algo normal.
¿Ha tenido muchos conflictos gremiales?
Muchísimos.
¿En Rincón, protagonizó un incidente gremial, para el cual usted mandó traer gente pesada de Buenos Aires? ¿No estaba Martín Lanatta entre ellos?
¿El preso? No, no, no (risas). Muchos andan diciendo. Eso es fantasía, charlas de bar. No lo vi en mi vida.
Pero Lanatta habla de su empresa y la involucra en el lavado de dinero…
Sí, sí. Leyó algo que alguien le dio, seguramente. Y dos legisladores (por Wisky y López) la incluyen en una denuncia. Es una falta de respeto al país, porque a los jueces y fiscales les pagamos todos para que trabajen, no para hacerles perder el tiempo.
¿Insinúa usted una maniobra política?
Para mí es una clara maniobra empresarial, económica, comercial. Quieren sacar a OPS del medio porque es una empresa muy importante.
¿El exsenador Nicolás “Tito” Fernández es otro amigo?
Más que amigo es un hermano de la vida. Nos criamos juntos. (…) Con Nicolás Fernández, que fue mano derecha de Cristina, yo no hice nada con el gobierno. Yo no hago negocios políticos. Ahora, si me van a condenar porque mi cédula dice que nací en Santa Cruz…
También hicieron sociedades juntos.
No, no, no. Nos criamos juntos; somos hermanos. No me lleve más allá.
Ocurre que aparece involucrado con él en el negocio de un campo gigantesco, de 20.000 hectáreas…
No me diga gigantesco. No es un campo de soja. Es un campo en Santa Cruz, donde todos allí son gigantes. El de Benetton es de 250.000. Ese campo de 20.000 hectáreas y algunos campos más de la zona eran del padre de Nicolás. Cuando falleció, naturalmente tenía una cuotaparte hereditaria. La madre vende y la hermana también a un tercero. Y yo le compro a ese tercero. Tito se queda con su parte y con la del hermano, hacen un canje entre hermanos. Con lo cual quedamos Tito y yo como propietarios…
…a través de la sociedad Noscohue…
A través de nada. Yo me quedé con la mitad y Tito con la otra mitad. Después de eso, con una empresa mía (Noscohue), en la que Tito no tiene nada que ver, le compré a él la mitad.
¿Y usted a su vez vendió el campo a una fundación de aves?
Sí. Una fundación extranjera. Un día que iba por ese campo -me preguntaba para qué lo compré- encontré un grupo de gente acampando, haciendo seguimiento de unas aves. Nos relacionamos y ofrecieron comprarlo. Y lo vendí. Lo vendí muy bien porque se le dio mucho valor a los patos únicos en el mundo que había ahí.
¿Qué consecuencias tuvo para usted el episodio que protagonizó el Rincón con un arma en un cabaret?
Una probation…
Usted le apuntó con un arma a un policía…
No, no. No es así.
Pero es lo que declararon los policías.
¿Usted se cree lo que declaró esa gente? ¿Que cuando ingresaron los policías le metí un arma en la cabeza a martillada con bala en boca y ellos lograron heroicamente reducirme? A ver, cuénteme otra película. Si alguien le pone un arma en la cabeza a martillada y se le tiran encima, lo menos se escapa un tiro. Tenía un arma declarada, un 9. Me la tendrían que devolver, la verdad. Tenía toda la documentación, el problema es que tenía la portación vencida hacía 15 días. Me equivoqué, pero no le puse un arma en la cabeza a nadie. ¡Cómo le voy a poner? Dejémoslo ahí, es cosa juzgada.
En España usted es directivo de la Cámara Empresaria Argentina. ¿Es amigo del exembajador Bettini, que lo alentó a formar la entidad?
Conozco al exembajador. Son trabajos del embajador. Esa cámara la formamos con cinco socios, que incluyeron a Repsol, Aceitera General Dehesa…
¿Tiene usted propiedades en Madrid?
Sí, tengo viviendas, departamentos. Tengo varias inversiones y algo de actividad: una construcción en marcha de 20 y tengo proyectados ciento y pico/200 departamentos más.
¿Formó sociedades allí?
Tengo dos y participación en otra.
¿Con el millonario José Alfonso Quiroga Berdeal?
Soy un gran amigo de Alfonso. Lo conocí porque le compré la casa en Madrid. Nos hicimos amigos, después nos asociamos. Cuando lo conocí, él y su socio José Antonio construían 1.500 a 2.000 unidades por año. Les aclaro que España no es un paraíso fiscal. Ni siquiera los conozco. En España la información fiscal está on-line.
¿Ha llevado usted desde aquí a Madrid al arquitecto neuquino Remy?
¿A Andrés? Lo he llevado, sí. Menos mal que no es funcionario… Un excelente arquitecto, digno de admiración. Estuvimos estudiando proyectos.
Más allá de los avatares que padece hoy, da la impresión que a usted le fue muy bien con OPS.
Me ha ido muy bien. A mí me ha ido muy muy bien y muy muy mal en la vida, en los negocios. Trabajo desde los 15 años. OPS fue lo mejor de lo mejor. Una compañía que dio empleo a miles de familias, de la cual cualquiera se sentiría orgulloso. Valoramos mucho nuestra gente. Hoy estamos trabajando para salvaguardar los intereses de nuestra gente. Estoy convencido de que vamos a salir. Si sola no sale, haremos algún aporte extraordinario de capital. Le vamos a encontrar la forma.
Todo indica que con el kirchnerismo usted trabajó muy bien.
Mire. Yo nunca trabajé con el kirchnerismo. Ni el de Néstor ni el de Cristina. Ni con el macrismo ni con el delaurrismo. Yo trabajé en la actividad privada, siempre. A mí me fue muy bien antes de Kirchner, en la época de Duhalde y en la primera etapa de Kirchner. A mí me estaba yendo bien y paralelamente Kirchner toma la presidencia y le va bien. A él no lo conocí personalmente, pese a ser coterráneo. Nunca le hice un trabajo en Santa Cruz. Mi padre era un emblema radical. Yo soy afiliado radical, lo que no quiere decir que sea político. Desde el ‘83 milito de empresario. A mí me fue bien… Yo lo ato a las empresas con las que trabajo. Me fue bien con Petrobras y me fue muy, pero muy bien con Repsol. Ahí está nuestro crecimiento. En 2008 perdemos nuestro principal contrato. Yo tenía dos con YPF, que tenía 5.000 contratos. En 2008 perdimos el más grande y lo ganó Oil, de Cristóbal López. En 2010 ellos dejaron el servicio, no les fue bien, y nos adjudicaron el 10% de lo que teníamos. Antes teníamos toda la cuenca: Catriel, Rincón… teníamos absolutamente todo. Cuando entra Galuccio, fue la peor parte. Cuando peor nos fue es cuando el kirchnerismo tuvo injerencia en las empresas.
¿Usted ha sacado dinero del país, como dice la denuncia?
Se equivocaron en la cifra. Hablan de dos millones de dólares. Creo que fueron seis esos años (2008/2009).
¿Los tiene declarados?
(Silencio, luego sonrisa). ¡Pero por supuesto, declarado! ¿Con qué compré lo que compré en España y declaré? Seguramente con dinero.
El empresario sin rostro que supo amasar fortuna
– Tiene 55 años. Formó una veintena de empresas y llegó a facturar 1.800 millones de pesos al año.
– Se asoció a un constructor español y hace fuertes inversiones en Madrid y Argel.
– Tras la prosperidad en la década K, comenzó el declive: su empresa insignia, OPS, fue concursada. Debió echar a cientos de empleados.
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