La zafra arrancó con optimismo

Desde hace unos días los productores ovinos de la Región Sur rionegrina comenzaron a realizar las primeras esquilas en la zona este de la provincia, dando inicio formal a la zafra lanera 2016/17. Si bien recién se han esquilados las primeras ovejas, a priori los resultados obtenidos en la producción de lana son altamente alentadores.

También existe un gran optimismo de cara a las próximas señaladas; se estima que el porcentaje de parición será alto. Es que el buen año en materia meteorológica está impactando en forma muy positiva en la principal actividad productiva de la región. Las abundantes lluvias y nevadas que se han registrado en estos ocho meses garantizan el forraje y el agua suficientes para los animales, situación que no se registraba desde hacía un largo tiempo. A ello se le suma la sustancial merma de cabezas que tiene la región luego de la intensa sequía y la ceniza.

“Las esquilas están empezando en nuestra zona. Todavía no hay resultados de análisis de laboratorio porque recién se están enviando las muestras, pero la lana se ve muy firme, con gran largo de mecha, limpia y también se nota que los animales se han podido alimentar bien y eso ha llevado a que incrementen su producción. Ha llovido bastante en la zona. Los campesinos están con el ánimo muy alto”, sostuvo la técnica agrónoma Miriam López, quien trabaja desde hace varios años en la zona de Valcheta en el Programa Regional Ganadero del Ente de Desarrollo de la Región Sur.

En el Departamento Valcheta, existen unos 700 pequeños productores que mantienen activos cerca de 450 establecimientos agropecuarios. A excepción de unos tres o cuatro campesinos que superan el millar, el resto cría menos de 300 ovejas. La zona fue una de las más castigadas por la sequía de la última década.

El peligro de

los pumas y los zorros

Actualmente el stock ovino representa el 10% de las casi 800.000 cabezas que tuvo históricamente. En los últimos años, el programa de repoblamiento ovino desarrollado por el Estado ha permitido incrementar las majadas y los campesinos piden que haya una continuidad.

Los campesinos saben que para poder cuidar a los corderos que vayan naciendo tendrán que estar muy atentos. La sustancial merma de las majadas ha llevado a que muchos campos están vacíos y los productores se radiquen en los pueblos. La ausencia humana en la zona rural ha generado una gran proliferación de zorros y pumas. Estas especies se han convertido en plagas que generan grandes daños en las majadas y que desde hace varios años mantiene en jaque a los campesinos.