Familiares de Lucas Muñoz buscan pistas por su cuenta
El hermano del policía desaparecido reveló que montaron una búsqueda paralela a la oficial. Dijo que la Policía perdió credibilidad en los barrios.
Los antecedentes del detenido por la desaparición de Muñoz
Archivo
El sargento de la Policía de Río Negro, Néstor Meyreles, único detenido por el presunto delito de encubrimiento en la causa que investiga la desaparición del policía Lucas Muñoz, tiene denuncias y causas penales por lesiones y apremios.
Meyreles, prestaba funciones en la Comisaría 9 de Catriel y el viernes fue detenido por orden del juez Bernardo Campana y a pedido del fiscal Martín Govetto.
Fuentes judiciales confirmaron que el sargento compró un chip de telefonía celular en Catriel con el número de documento de Muñoz, una vez que ya se había iniciado la búsqueda, por lo que se investiga si hubo una maniobra para desviar las pesquisas.
Meyreles -quien ya está en Bariloche alojado en dependencias de Gendarmería Nacional y prestará este martes declaración en los Tribunales- tiene dos causas por lesiones leves, en una ya fue sobreseído. Además estuvo vinculado en un caso por apremios ilegales y condenado, pero en 2012 el Superior Tribunal de Justicia lo absolvió.
Meyreles actualmente tiene otra causa abierta por apremios ilegales.
También un preso condenado por violación en el Alto Valle, lo señaló en un juicio por su presunta vinculación con un delito federal por lo que se remitieron las actuaciones al fuero federal.
Caso Muñoz: sospechan que hubo una investigación paralela
La investigación que el fiscal Guillermo Lista promueve busca determinar si a partir de la desaparición del oficial ayudante de la Policía de Río Negro, Lucas David Muñoz, de 29 años, algunos jefes policiales y oficiales montaron una investigación paralela para intentar entorpecer la búsqueda del joven, que lleva 17 días desaparecido.
Hay hechos que abonan esa hipótesis del fiscal. El sargento Néstor Meyreles fue detenido el viernes en Catriel tras contratar una línea telefónica a nombre de Muñoz y con el número de DNI del policía desaparecido. Fue el único dato que revelaron ayer fuentes judiciales, porque sigue vigente el secreto de sumario en la causa que se tramita en el juzgado de Instrucción 2, a cargo del juez Bernardo Campana.
Meyreles será trasladado en las próximas horas hasta Bariloche, donde será indagado por Campana imputado por el delito de encubrimiento, explicaron las fuentes.
Mientras el equipo de fiscales que intenta ubicar a Muñoz recibe declaraciones de policías y de allegados al policía desaparecido. Hasta el momento no surgió ninguna pista firme y no se descarta ninguna hipótesis sobre su paradero. Hasta suena la posibilidad de que la desaparición de Muñoz tenga alguna vinculación con el crimen de la joven barilochense Micaela Bravo, pero fuentes judiciales lo descartaron porque hasta el momento no hay ninguna prueba para sostener esa hipótesis.
La desaparición de Muñoz mantiene en vilo al gobierno provincial y la cúpula de la Policía de Río Negro, porque generó una crisis inédita en Bariloche a partir de las sospechas que señalan una presunta participación policial en la desaparición del policía.
Otro hecho que alimenta la hipótesis de Lista es el allanamiento ilegal que los oficiales Luis Daniel Irusta y Julián Maxmiliano Morales, del Cuerpo de Seguridad Vial de la Policía de Río Negro, hicieron en el domicilio de Muñoz, que alquila una habitación en un complejo ubicado en Moreno y Frey de esta ciudad.
Lista acusó a Irusta y Morales de haber ingresado la noche del 14 de julio pasado en el domicilio de Muñoz sin orden judicial. Los oficiales revisaron la habitación y la computadora de Muñoz y sacaron fotos.
Irusta y Morales pusieron al tanto de esa situación al comisario David Paz, que era su jefe y Paz avisó del hecho al segundo jefe de la Unidad Regional Tercera, comisario Manuel Poblete, explicaron las fuentes. La investigación por la desaparición de Muñoz comenzó la mañana del 15 de julio. Nadie le avisó en ese momento al subcomisario Eliseo González, a cargo de llevar adelante las diligencias, de las averiguaciones que los oficiales habían hecho por su cuenta.
Muñoz había sido visto por última vez a las 13.20 del 14 de julio pasado por dos agentes a pocas cuadras de la comisaría 42, donde presta servicios como oficial de servicio. El joven se había despedido de su novia, Daniela Rodio, que estaba de visita en Bariloche, y se había ido a trabajar. Vestía uniforme y portaba su arma reglamentaria. Pero nunca se presentó en la unidad policial.
Morales es amigo de Muñoz. Estudiaron juntos en la Escuela de Cadetes de la Policía, en Viedma. Por eso, cuando se presentó en el domicilio de Muñoz, su novia no puso reparos porque lo conocía. Daniela ya había declarado en la comisaría que su novio no aparecía.
Para avanzar con la investigación, se pidió la colaboración a fuerzas federales. Por eso, gendarmes allanaron los domicilios de Irusta y Morales y secuestraron algunos gramos de marihuana.
Mientras que la PSA allanó el jueves las comisarías 42, la Caminera, la Regional Tercera y el viernes el domicilio de un subcomisario. Secuestraron documentación y celulares de los sospechosos.
Lista acusó al comisario Jorge Elizondo, a cargo de la comisaría 42, por el presunto delito de adulteración de documento público. El fiscal advirtió irregularidades en el parte diario de novedades de esa unidad policial sin que el comisario advirtiera esa anomalía.
La Jefatura de la Policía de Río Negro dispuso la suspensión preventiva y el pase a disponibilidad de Poblete, Paz, Elizondo, Irusta y Morales. También del subcomisario José Jaramillo, que estuvo a cargo de los rastrillajes en busca de Muñoz, que aún no fue imputado. Pero Lista se reservó la posibilidad de ampliar o modificar la acusación y no se descarta que haya más policías involucrados.
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